En esta sociedad, como en
cualquier otra, hay tanta gente válida, preparada, con estudios suficientes y
diversos, que pudieran elevar el listón social, tecnológico, cultural, científico,
etc. Pero cuando oyes que hay gente que tan solo aprovecha sus conocimientos
para burlar la ley, se te caen al suelo las ilusiones que pudiera tener puesta
en esta gente.
Si hablamos de empresarios de
grandes corporaciones, hacen lo que algunos llaman: Ingeniería financiera con
tal de no pagar impuestos, o pagar lo mínimo posible. Con ello, hacen que
grandes corporaciones que tienen grandes beneficios, no ingresen dinero al
fisco, deslocalizando sus empresas a paraísos fiscales, etc.
Si hablamos de abogados, estudian
para aconsejar a sus clientes como esquivar la legalidad. Una gran mayoría lo
hacen, se convierten en cómplices de sus clientes para evadir dinero, para
engañar en la cuenta de resultado de sus negocios, en las declaraciones a
Hacienda, etc. Buscan las lagunas de la ley y la justicia, para burlarla.
Muchos científicos, de diferentes
ramas de investigación u operación, colaboran directamente en trabajos poco
éticos, como expandir un mal para posteriormente ofrecer una solución. Esto
sucede en términos de enfermedades para personas, animales; obsolescencia
programada en máquinas, invención de armas, de virus para equipos informáticos. Investigan en la forma de
engordar animales, adulteración de alimentos, producción de productos
proporcionando una gran cantidad de residuos peligrosos para el Planeta y la
vida.
Autoridades, igualmente compuesta
de personas con estudios, que miran hacia otro lado, incumpliendo con sus
obligaciones profesionales, éticas y morales. Se dejan sobornar por las
multinacionales del crimen, porque entrar en muchas de las prácticas descritas,
tan habituales, es poco menos que atentar contra la población, contra su salud,
y contra la salud medioambiental. Lo cual tiene terribles repercusiones para
los seres vivos, pero parece que a ciertas personas esto no les importa si son
ellos lo que sacan una buena tajada.
Y como la justicia funciona poco,
y muchas veces lo hace tan mal, que pareciese no existe para esta gente. Aunque
como vimos hace unos meses, para una chica que encontró una tarjeta de crédito
y gastó 190 euros en alimentos para sus hijos y unos pañales, le falto muy poco
para ir a la cárcel. Si recordáis tuvo que ser indultada, debido a la ayuda de
la presión social, porque su ingreso en la prisión era inminente.
Sin embargo, tenemos el país
plagado de chorizos de alto nivel, esto es lo que les diferencia de la pobre
muchacha, a la que me referí antes, y por su status social parece que ningún
juez actúa con la misma diligencia que en aquel caso. Estos individuos,
ladrones reconocidos en sus respectivos sumarios, siguen andando a lo largo de
las calles de este país. Para ellos no hay justicia, no se hace justicia para
que paguen por sus delitos, para que resarzan a la sociedad por el daño
cometido, y mucho menos para que devuelvan los dineros sustraídos al erario
público.
Hace unos días hice una búsqueda
en Internet: Casos de corrupción en España desde la transición, y me
escandalicé. Si hacen la prueba verán que es interminable, yo encontré tantos
que me dieron para hacer una lista que me ocupó dos folios por las dos caras. Creerán
que es demasiado, yo pensé lo mismo, pero es que cada gobierno ha tenido quince
o veinte casos de corrupción, es un escándalo. Los delitos en algunos casos se
han juzgados y han sido castigados, de otros no nos hemos enterado, no se han
publicado o nos hemos olvidado, ninguno ha devuelto nada, casi todos han
comprado su libertad o bien pagaron con pocos años en la cárcel, para después
seguir disfrutando del botín oculto. Y así nos va, como es barato delinquir en
este país, al menos para las altas esferas, pues están estas llenas de
depredadores del bien público.
Recientemente se va sabiendo de
las cuentas en Suiza y otros paraísos fiscales, y los grandes de la política
española, están casi todos. Todos evaden capitales para no pagar a la
Administración española. “Han defendido” un cargo público en el Gobierno
español, pero son guiris para pagar, porque aquí no dejan más que las migajas. Están
pringados casi todos los grandes y sus familias, ahí tenemos el caso de los
Pujol en Cataluña, de mierda hasta las cejas, con fortunas en paraísos fiscales
que en ningún momento se corresponden con los haberes propios de sus cargos o
actividad.
El caso Bárcenas, que chorrea
sangre, con treinta y ocho millones de euros, que se sepan de momento, autor de
un chantaje a la sociedad española y al Gobierno. Con un oscurantismo
manifiesto de dinero negro y financiación irregular del partido popular, pero
como haría caer al partido del Gobierno, todo va tan lento, y el delincuente
así como sus encubridores siguen en sus cargos, diciendo cada día una mentira
nueva, y paseando por las calles burlándose de todo el mundo.
Por último, ya estoy harto de que
cuando alguien generaliza sobre el tema de corrupción de los políticos, siempre
salen los defensores de sus derechos indicando que se hace mal en generalizar,
que hay políticos excelentes. Si están, tienen que desmarcarse de sus malas
compañías, tienen que dejar de darles coberturas, pues de lo contrario su
complicidad les hace culpables. Tienen que denunciar a sus compañeros de
partido, cosa que no están haciendo, y por eso son igual de corruptos.
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