Yo, Mariano Rajoy Brey,
Presidente del Gobierno del Estado español, elegido por mayoría en las
elecciones celebradas el 20 de Noviembre de 2011; reconozco no haber estado a
la altura de las expectativas de quienes me votaron. Sin embargo, me siento con
la obligación de resarcir a la población española del daño ocasionado, debido a
que mi partido entendió como mejor salida a la crisis, seguir los dictados de
Europa.
Una vez trascurridos un año y
cuatro meses de mi mandato, compruebo que la situación no ha mejorado sino todo
lo contrario. Muchas familias han quedado con todos sus miembros en paro, a
veces sin ingresos, debido a una reforma laboral que mi grupo se vio obligado a
legislar, bajo la presión de los bancos y demás poderes ocultos, que ustedes
tienen que disculpar no pueda revelar, pues mi vida correría peligro.
Como digo, reconozco que mi grupo
es responsable, y yo como Presidente muy especialmente, del empeoramiento de
las condiciones sociales que han deteriorado seriamente el estado de bienestar
establecido cuando me hice cargo del Gobierno de España.
Reconozco haber sido elegido
Presidente por los españoles, tras una campaña electoral difícil, y con un
programa electoral que prometía, ya desde su portada un salvavidas a las políticas que el PSOE
había comenzado a aplicar. En aquella portada anunciábamos: “Lo que España
necesita: Confianza, empleo, reformas, educación”, y es cierto que no hemos
atendido a ninguno de los puntos previstos. Igualmente cierto, es que yo
debería haber informado inmediatamente al pueblo español de la situación real
que nos encontramos, y haberle dicho de la imposibilidad de aplicar el programa
electoral con el que me había presentado a la elecciones. Así como haber puesto
mi cargo a disposición de los ciudadanos para su ratificación.
Como podrán comprobar por el
contenido de esta carta, estoy arrepentido de haber hecho el tipo de política
que me han impuesto, y siento haber defraudado a todos los que me votaron.
Durante mucho tiempo hemos dado explicaciones imposibles a asuntos que se han
publicado en los medios de comunicación, porque era demasiado evidente que no
habíamos procedido como se puede esperar de nuestro partido.
Nos hemos visto en situaciones
muy comprometidas, que nos han obligado a salir al paso como mejor hemos
podido, pero reconozco que no hemos dicho toda la verdad de casi ningunos de
los asuntos que nos ha afectado. Hemos hecho como hace cualquiera, defenderse.
Pero el pueblo español, que ha depositado toda la confianza en el Partido
Popular, no se merece las explicaciones o respuestas que hemos dado a ciertos
asuntos turbios.
Nuestro partido se ha visto involucrado
en asuntos como la trama Gurtel de financiación ilegal de nuestro partido, el
caso Palma Arena, el popular caso Bárcenas, entre otros. Y nosotros, como haría
cualquiera, hemos tratado de que nos hiciera el menor daño posible. Reconozco
que también en estos procedimientos no hemos actuado como deberíamos, o con la
claridad que se esperaba.
Por todo lo expuesto, ya es tarde
para dimitir, pero no lo es para rectificar. Por todo ello, me pongo a trabajar:
en primer lugar depurando responsabilidades dentro del partido, y os aseguro
que todo aquel que sabemos ha obrado deshonestamente, aunque lo hiciera bajo
las órdenes del partido, será invitado a dejar las filas del Partido Popular.
Una vez depurada responsabilidades
dentro, vamos a proceder a liberar al poder judicial, le voy a dar órdenes
expresas de que actúen con total independencia, y con la única directriz que
marquen las leyes.
Vamos a exigir de los bancos la
devolución del importe concedido, puesto que han incumplido con su obligación
de contribuir al crecimiento de la economía, no facilitando préstamos a las
empresas y a los ciudadanos en general. Toda la entidad que se niegue a seguir
nuestros dictados se va a nacionalizar, para desde el Gobierno mover el dinero
en beneficio de ese crecimiento tan necesario.
Vamos a decir a Europa y a la
Sra. Merkel en particular, que no podemos seguir ni un día más con sus
dictados, pues los resultados sobre nuestra economía y el bienestar de nuestra
gente, es evidente y nefasta. Aumenta el desempleo, cierra industrias, baja los
salarios lo que imposibilita la dinamización del consumo, y el país se está
endeudando por día. Igualmente me veré obligado a atender antes las necesidades
internas del país, que pagar la deuda externa. Todo ello se lo haré saber a
Europa.
Retomaré el programa electoral
con el que me presenté a las elecciones del 2011, y trataré de gobernar
fielmente al mismo, en beneficio de los ciudadanos de este país.
Vamos a establecer una bajada
considerable de los sueldos de los políticos, en solidaridad con los esfuerzos
exigidos a los ciudadanos y a la situación actual.
Se va a adelgazar la
administración de una manera efectiva y valiente, se va a revisar, porque lo
sabemos, todos aquellos cargos puestos a dedos y se les va a cesar en sus
funciones.
Se va a remodelar el Gobierno,
buscando la mayor efectividad, de modo que solo podrá acceder a un puesto
determinado una persona con formación y experiencia suficientes, en el campo de
su gestión.
Me comprometo en adelante a dar
una información puntual y veraz de todos los asuntos que nos afecten. Aunque aluda
a mi persona o a mi partido, estoy dispuesto a gobernar con la verdad por
delante, caiga quien caiga. Y por supuesto, el que la haga que la pague.
Me comprometo a gobernar con
total transparencia, la misma que exijo a los ciudadanos, a los políticos, a mí
partido en particular, y a todos los estamentos e instituciones. No estoy
dispuesto a ningún bochorno más, y estoy preparado para ser estricto en este
apartado, exijo honorabilidad y honestidad. Aquel que considere no podrá seguir
dentro de este orden, le aceptaré su dimisión, con gusto, mañana mismo.
Se que en la opinión de los ciudadanos
reina un clímax de contrariedad hacia la clase política, pues bien creo que voy
a darle la vuelta a este pensamiento popular. Para ello, a partir del lunes me
pongo a trabajar para legislar en contra de la prescripción de los delitos que
afecten a las instituciones públicas, a la función pública, cargos públicos y
erario público. Por lo tanto se podrán investigar y juzgar cualquiera de los
casos de corrupción habidos en España, que quedaron sin castigo. Así como
cualquier otro caso, dentro de los ámbitos referidos anteriormente, y que se
produjeran fuera de la ley.
Mi programa electoral comenzaba
diciendo: Los españoles necesitamos un Gobierno serio y responsable en el que
poder confiar. Y estoy dispuesto a que esto sea así, y voy a trabajar para que
esta llegue a ser la opinión de los ciudadanos.
Anunciábamos en nuestro programa
electoral: Que era un programa para crecer y generar empleo, para apoyar a
nuestros emprendedores, y para garantizar la educación, la sanidad y el
bienestar de todos, sin excepciones.
Desde este mismo instante
comienzo a trabajar fielmente a mi programa electoral para el beneficio de los
ciudadanos de este extraordinario país.
Mariano Rajoy Brey
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