SI LO PASAS MAL

Si lo pasas mal, no te preocupes, no le des más importancia de la que tiene, acepta que no estás sabiendo vivir ciertas situaciones. Solo se trata de eso, y la mayoría de las veces te falta valor para vivir según te dicta tu corazón, porque estamos muy acostumbrados a hacerlo desde la cabeza, y desde las ideas de los demás, que previamente han desaprobado tu propuesta o tu proyecto. Aún así, eso es insuficiente para que vivas sintiéndote mal, y al mismo tiempo es una oportunidad para que mires y veas, para que comprendas qué está sucediendo, qué te está condicionando, pues cualquier situación no es más que un contexto nuevo para descubrirnos, para conocernos y para crecer.

Hay que tener el suficiente valor para enfrentarse al día a día como un guerrero pacifico, con la mente abierta y predispuesta, con optimismo, con seguridad en uno mismo, radiante de alegría y ausente de tener miedo. Por qué hemos de tener miedo, afrontemos la situación que se nos venga encima, digamos: “aquí estoy todo yo, preparado para vivir, preparado para movilizarme, listo para amar”.

Vamos a parar un momento para sentirnos, para vernos, para respirar, para mirar viendo, atentos y sintiendo, observando y oyendo. Seguros de nosotros y sonriendo, dando sentido al momento, se fija la vista mientras te vas diluyendo, y solo hay un pecho que se llena de aire y se vacía, mientras tu solo eres eso la visión y un pecho que sube y baja. Te sientes feliz y vivo, estás en equilibrio, asentado, reposado, lleno; así sale gota a gota cada una de las palabras que voy escribiendo.

Hay silencio, hay quietud, nada externo me perturba en este momento, es enorme parar a sentirme en cada espacio, tras cada palabra, estoy en el ritmo sin prisas, en el que no corro hacia ninguna parte, es como si por momentos estuviera presente y en otros más ausente, diluido, solo la visión mantenida en la pantalla del ordenador, y experimento el texto, dejo que se vaya completando, trato de pensar lo menos posible, espero a que fluyan las palabras, que surgen entrecortando el silencio.

Ahora si que he dejado todo esto porque los perros estaban en el jardín, y ha empezado a llover, entonces se han puesto a llamar a la puerta, y ya sabes o le abres o te arañan toda la puerta. Y los pobres míos como están acostumbrados a vivir dentro de la casa con nosotros, reclaman su trocito de vivienda, quieren pasar a echarse en sus respectivas camas. Como cada mediodía se echan una siesta formalita de un par de horitas, para reposar la comidita, porque eso sí, están bien comiditos.

Bueno disculpad que haya cambiado el buen rollito que llevaba, pero aunque en este momento me siento casi igual que antes de interrumpir mis perros, le perdí el hilo al relato, que más da. Lo importante es estar, compartir, motivar, animar, sentirse bien, disfrutar, no olvidar al corazón, aflojar un poco la cabeza, sentir más, proyectar, pasar a la acción, estar presente, y caminar juntos.

Como ves me es fácil retomar, porque cuando dejo salir lo que sale de lo más profundo de mí, me doy cuenta de que siempre retorna a la misma canción, que tiene la misma letra, una letra que habla siempre de consideración, respeto, amor, colaboración, etc., hacia los demás, porque esta empresa que es la existencia terrenal actual es participativa, interactiva. Somos individualidades colectivas, ni somos un individuo independiente de todo lo que es, ni somos plenamente todo lo que es al margen de mostrarnos con apariencia individual.

Hoy me ha dado el punto y os estoy largando una paranoia que no hay quien la entienda, seguramente muchos piensen esto si lo llegan a leer. Pero yo leería atento, estoy seguro que dice algo, ahí hay algo en forma de sentimiento, en forma de energía, en forma de proyección, y tal vez dirigido al diluido de cada uno de nosotros.

Que no se entiende, pues vale, que parece no se qué, pues vale, que a ti no te interesa, pues vale, yo digo lo que sale de dentro, me siento bien, me satisface hacerlo, la única pretensión, si puedo creer que hay una pretensión al hacerlo es la evolución, es el progreso interior, es encontrar la forma, las relaciones, el equilibrio en la existencia, la comprensión, la tolerancia, la paz entre la gente y el amor en el trato. Hasta la próxima.