No es igual que lo que han dado
en llamar escrache, lo hagan unos u otros, si lo hacen los ciudadanos de a pie,
son acciones delictivas, pero si lo hacen los concejales y alcaldes del PP a la
presidenta de la Junta de Andalucía es una protesta sin intimidación, aunque le
golpearan el coche y le dijeran todo lo que quisieron.
Una vez más hemos asistido al
parcialismo de un Gobierno totalitario, que demuestra que tener la mayoría es
prueba del despotismo del que se puede exhibir. Las mayorías en manos de
hombres injustos es un arma peligrosa para el resto de los mortales, el control
de las fuerzas de seguridad en manos de personas desequilibradas, bravuconas y
prepotentes es como darle una bomba a un niño para que juegue con ella.
En esta sociedad se están
haciendo las cosas a la ligera, sin reflexionar en las consecuencias, poniendo
el poder en manos de gente de las que nada sabemos, a quienes no conocemos, que
se fotografían sonrientes para una campaña electoral, fotografías que nos
colocan por todos los barrios y calles, siendo esa la única familiaridad o
conocimiento que vamos a tener del personaje para votarles. Todos hacen
campañas llenas de frases que vienen a decir que van a hacer todo por los
ciudadanos, pero lo cierto es que ya han pasado muchos Gobiernos por la
Moncloa, y las leyes siguen siendo antiguas, les siguen beneficiando a ellos,
las diferencias se mantienen, los ricos llegan a ser ellos, y los palos siempre
se los llevan los ciudadanos.
No podemos mantener una clase
minoritaria de dictadores, porque ellos dictan para que la población obedezca,
al menos es lo que pretenden, y hasta ahora nos le va mal, ni siquiera la
crisis les ha alcanzado, creo que siguen cobrando 80.000, 120.000, y mucho más,
muchos de ellos. Son el otro bando inevitablemente porque en ningún momento han
decidido vivir la situación que nos ha tocado a nosotros, no han llegado dando
ejemplo de nada, la austeridad la han proclamado pero para nosotros, toda la
estrechez ha sido para nosotros. Somos los ciudadanos los que hemos perdido nuestros
trabajos, los que hemos perdido cuantía en los salarios, pagas extras, y los
que recibimos peores servicios públicos. Ellos parece que solo tienen motivos
para estar tan sonrientes cuando les enfocan las cámaras, no se de que sonríen tanto
con la que está cayendo, ni siquiera en eso son solidarios o coherentes.
Tenemos que reventar el sistema,
no nos queda otra, hay que luchar sin violencia pero insistentemente hasta
derrocarlos, no podemos hacer otra cosa si pretendemos defender lo poco que nos
han dejado. Lo hacemos o nos hundimos hasta el fondo, que cuando estemos allí,
ellos ya se habrán ido millonarios, mientras que nosotros estaremos metidos en
fango o mierda hasta el cuello. No queremos que nos Gobiernen ineptos,
corruptos y personas que ignoran a los ciudadanos, hay que echarles cuanto
antes, debemos de unirnos, debemos de protestar insistentemente, nada de
violencia, el ejemplo lo dio Gandhi; una lucha sin cuartel pacifica,
multitudinaria, que no ceje, unida a una desobediencia civil en los mismos
términos, que ya debería estar realizándose.
No queremos por más tiempo
soportar esta farsa llamada democracia, no queremos seguir pagando a lideres
que se benefician a si mismo y a sus partidos, no aceptamos ni un minuto más a
personas que no trabajan por el bienestar de los ciudadanos. No queremos a
personas que se venden a los poderes monetarios. Estamos hartos de chupaculos y
de mensajes vacios, llenos de mentiras, incoherentes, que no nos amparan sino que
dan órdenes para que nos disuelvan, quitándonos el derecho a expresarnos.
¡Bandidos fuera, ya!