Cuando la vida sonríe es porque
tu sonríes, la vida solo es el soporte donde se da todo. La sonrisa es tuya, es
tu alegría de vivir el momento, para qué complicarnos más si con una vida
simplificada se puede obtener todo, porque todo lo importante no viene,
forzosamente, del exterior. A mi la vida me ha mostrado en muchas ocasiones que
es todo lo contrario, lo más valioso para mi se ha desarrollado dentro, se ha
manifestado de dentro a fuera. ¿Cómo es, cómo se alcanza?, no estoy para decir
cómo se alcanza, cada cual sabrá qué hacer, yo solo estoy para recordarlo, para
volver una y otra vez a dar mi granito de arena, para seguir pidiendo atención,
consciencia, y una manera de vivir donde estén presente los valores más
fundamentales que cimentan una sociedad de relaciones con respeto,
consideración, cooperación y, sobre todo, mucho amor.
Todo lo eres tú más la magia de
la vida, pues hay situaciones que no se alcanzan con la mente actual corriente
o mundana, es por ello que le llamo magia. La vida tiene su parte de esta magia
inteligente, ordenada y concreta, que cuando se busca, se trabaja y hay
entrega, te premia con ligeras apertura, dejándote ver y sentir momentos que se
graban para toda la vida, como situaciones de plena consciencia, que llegan
cuando estás preparado/a para vivirlas y que se completan en ti.
Lamentablemente, muy a menudo nos
ignoramos a nosotros mismos, perdidos entre tanta dispersión: las tiendas, las
conversaciones interminables, las prisas, las preocupaciones, etc., esta
sociedad se ha montado así. La sabiduría de tiempos antiguos, los grandes
pensadores, los filósofos, los humanistas, los grandes hombres que fomentaban
las costumbres y los pensamientos espirituales, han sido relegados por el ocio,
la locura colectiva de masas y las grandes manipulaciones de los poderes materiales.
Ahora muchos de aquellos hombres viven individualmente sus vidas, pasan
desapercibido, aportando a la sociedad de algún modo, pero no se lanzan al
ruedo, porque no son suicidas, ir a contracorriente todo el tiempo agota a
cualquiera y para qué. Mucha gente ha elegido vivir con su egoísmo por delante
y lo que se provocaría es un enfrentamiento tras otro, de algo que no va a
ningún lado, y como se trata de no imponer nada, sino de buscar y descubrir lo
que eres, pues que cada cual lo haga cuando lo considere oportuno.
Lo más hermoso es que todos
tenemos las mismas oportunidades, las mismas capacidades para vivir
intensamente, falta comprensión de lo qué hacemos aquí, de lo que podemos
hacer, de cómo queremos vivir y de tomar conciencia de que debemos vivir de un
modo responsable, en primer lugar haciéndonos responsables de nosotros mismos y
de nuestros actos. Por lo tanto, dejemos de culpar a los demás de lo que nos
sucede, de lo que vivimos y no nos parece justo, porque somos nosotros los que
tenemos la potestad de tomar decisiones y cambiar las situaciones; pero tenemos
miedo, somos cobardes y no nos movemos de donde estamos, así que no volvamos a
culpar a los demás. No caigamos en las lastimas y en las penas, no esperemos
nada del exterior, demos cuanto podamos y marchemos hacia donde deseemos.
Que cada cual reflexione, se de
un poco de tiempo para hacerlo, y proyecte su vida, cómo quiere vivirla, qué es
importante para él, qué repercusiones tendrán en los demás sus decisiones, cómo
aminorar los daños a terceros, que cada cual valore si sus decisiones son
respetuosas para la humanidad y el planeta, etc., seguro que nos irá a todos
mucho mejor.
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