Parece que la juventud estuviera
anestesiada, también gran parte de la población, que aún sufriendo la falta de
horizontes, la continuidad de una vida digna, la posibilidad de encontrar su
medio de subsistencia en la rígida sociedad que hemos creado, metámonos todos, siguen
a lo suyo, no reaccionan, no reclaman los que les pertenecen, no se
manifiestan, no se agrupan con personas que tengan inquietudes; pareciera que
lo dan todo por perdido o de lo contrario no se explica tal comportamiento.
Es necesario que veamos no solo
el caramelo en forma de promesa, sino el envoltorio en forma de mentiras continúas
que ahogan al caramelo, le quitan el dulce, le asfixian y no dejan que le
llegue la luz. Sin la luz, el caramelo se atonta y deja de ser algo apetecible
o servible, bueno es una metáfora de lo que nos está sucediendo. Somos
necesarios en esta sociedad pero nos están haciendo pensar que sobramos, para
de esta forma que nos conformemos con las migajas que los poderosos, dejen para
nosotros, mientras que ellos se llevan casi la pieza de pan al completo.
Hay tal desequilibrio social,
existe tanta injusticia en la sociedad y todo ello aporta crueldad hacia las
personas, pobreza, dolor, malas condiciones de vida, gente sin hogar porque no
tiene trabajo, no gana lo suficiente o no gana nada con lo que poder hacer
frente a sus pagos, lo han perdido todo, han tenido que sufrir lo más grande,
han debido de vivir la impotencia más desgarradora mirando a su familia,
llorando para sí, viendo su incapacidad para adquirir ni siquiera lo más
básico, los alimentos más necesarios o aportar el techo imprescindible para
vivir.
Tendríamos que reflexionar,
tratar de ponernos en el lugar de esas personas a las que el sistema salvaje,
que entre todos mantenemos por la conveniencia de unos pocos, les ha deshecho
la vida, les ha dejado en la más absoluta de las pobrezas, para que los
políticos inhumanos desvíen la atención hacia estos pobres, hablando de
economía sumergida, que la habrá como medio de supervivencia de los que tienen
menos o nada; mientras se les cuelan por debajo de sus narices las grandes
fortunas del país, los enormes beneficios de las multinacionales, porque temen
chistarles y que se marchen a otros países aún más corruptos que el nuestro.
Ahí es donde está la madre del borrego, ese fraude al fisco y en definitiva a
las arcas del erario público, representa miles de millones de euros para los
cuales se pone una venda el Gobierno, en posición cooperativista con los
poderosos, aceptando que nos den limosnas y saquen sus dineros a paraísos
fiscales, colaborando con ellos cuando necesitan blanquear dinero, poniendo a
su disposición una amnistía fiscal, para lamerles el culo a esta elite, para
eso sirven nuestros gobernantes y para salir de las clases más normalitas,
enriquecerse con la política, conseguir unos contactos geniales y acabar de
consejeros de multinacionales a las que antes ayudaron, ganando cantidades
imposibles para el resto de los mortales, olvidando de donde venían, de las
luchas que mantenían, de las ideas que defendían, etc.
¡Pequeños, medianos y mayores,
despertemos del letargo!, que la sociedad es una gran mentira creada por unos
pocos, que han blindado un modo de vida que solo a ellos les conviene y que a
nosotros solo nos quieren para que les trabajemos y les paguemos impuestos. Ni
siquiera es una realidad que quieran nuestro voto, porque se saltan nuestras
decisiones, bien incumpliendo el programa votado, bien haciendo pactos entre
partidos.
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