¿Piensas en algo?, ¿tienes un
proyecto, una idea?, ¿te ilusionas por algo?, pero no te atreves a realizarlo,
¿no crees que es una pena no conocer qué hubiera ocurrido de haberlo hecho
realidad?, tenemos que jugar más, todo es como un juego al que nosotros le
damos demasiada importancia, tanta que, en ocasiones, llega a bloquearnos; nos
paraliza el miedo y perdemos las oportunidades.
Debemos ser más atrevidos, no
hablo de ser descerebrados o temerarios, las ideas se pueden pensar y componer
hasta dar con la forma que mejor nos vaya para apoyarlas; es encontrar nuestra
estrategia, aquella con la que nos sentimos más cómodos y motivados. A partir
de entonces tenemos que perseverar, ser constantes y avanzar contra vientos y mareas,
que nada nos desanime, que nadie nos pare, encontrar razones siempre para
seguir.
Si la vida es una sucesión de
situaciones a veces parecidas, muchas veces diferentes y no nos queda otra que
caminar, pasar de unas a otras, vivirlas todas; pues nosotros debemos hacer lo
mismo con nuestros proyectos, hacerlos presentes en esa sucesión de instantes
que es nuestra vida porque queremos intervenir para construir la nuestra, y aunque
las cosas suceden, que nosotros estemos ahí, conscientemente, y al mismo tiempo
no seamos robots, que tengamos criterios a la hora de responder a esas
situaciones, tenemos que sentirnos vivos y decidir.
He querido decir que no vamos a
estar a merced de nuestra programación educacional y vivencial, dejando que
todo suceda al margen de nosotros sino que tenemos que tomar el timón y
conducir. La vida con nosotros o sin nosotros seguirá transcurriendo, pero no
podemos pasar por ella como simples autómatas gobernados por la programación;
tenemos que darnos cuenta de nuestras respuestas ante las diversas situaciones
y modificar las respuestas a voluntad propia. Esto es necesario, cada uno de
nosotros tiene que convencerse de que las cosas pueden ser diferentes y, que en
gran medida depende de nosotros que cambien.
En el cambio se incluye nuestro
estilo de vida, nuestros recursos, nuestra preparación, nuestra motivación y valentía,
nuestra constancia, nuestra disciplina, en definitiva es el cambio de actitud y
de aptitud, podemos cambiar, no estamos sujetos obligatoriamente a ninguna
regla que no nos permita la libertad de ser diferentes o quienes queramos ser,
así que no vamos a perder la esperanza y pasito a pasito vamos a ser más
conscientes, sobre todo vamos a caminar, no nos vamos a dejar vencer por nada
ni por nadie, pues que nos quede claro, que nadie es más que nadie, ni menos
que nadie, en lo esencial que es lo que importa todos somos iguales, tenemos
las mismas capacidades y posibilidades.
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