En estas fechas que se corren
carreras de galgos en campo, es inevitable pensar en esos animales deportivos
de los que se oyen historias muy desagradables, además de verles abandonados
tras cada temporada de caza cuando no han sido, a criterio de sus dueños, los
astros de la velocidad.
Aparecen en las calles, los
campos y los caminos animales escuálidos, hambrientos, sedientos, nerviosos y
desconfiados con los extraños. Animales que deambulan por los arcenes de las
carreteras, por los caminos, como dije antes con síntomas manifiestos de estar pasándolo
muy mal, desorientados y muchos de ellos con signos de raquitismo, heridas,
etc.
Algunos galgueros creen que estos
animales han de estar lo más delgado posible para que sean rápidos, pero
cometen un craso error. Los mantienen con cuatro trozos de pan duro, enjaulados
hasta que llega el momento de correr y lógicamente un animal desnutrido, sin
musculación suficiente porque no entrena a diario, es un animal que no puede
brillar.
Al galgo hay que hacerle un
deportista de élite y para ello se le ha de dar el mejor alimento desde su
infancia para que se desarrolle adecuadamente, sin carencias y se forme su
osamenta, sus músculos, tendones, etc., con potencial suficiente para cuando
llegue a adulto. Asimismo, se le debe tener en libertad, con otros cachorros,
para que juegue contantemente mientras esté creciendo, que el perro se haga un
ser alegre, fuerte, vital y seguro. Ha de haber una buena base para que después
tengamos un gran corredor, sin olvidar un trato respetuoso y cariñoso, pues los
perros son grandes seres amorosos, necesitan expresar y recibir amor.
Como cualquier deportista, además
de estar bien alimentado y cuando digo esto me refiero a tener una alimentación
equilibrada, ha de tener un plan de entrenamiento diario para alcanzar la forma
física optima, correr en carrera continua moderada para adquirir fondo y
sesiones de cambios de ritmos, mantener una punta de velocidad alta, volver a
reducir, mantener la carrera moderada e ir simultaneando con tandas de
velocidades altas. Comenzar con poco tiempo e ir incrementando el tiempo en
carrera, exactamente como hacen los atletas, después de todo el galgo es un
atleta, que nace con cualidades genéticas pero que hay que mejorarla con el
entrenamiento y las buenas atenciones que antes he referido.
Claro que hay que gastarse dinero
en un galgo para que sea un buen corredor, hay que cuidar su salud, su
alimentación, darle cariño, que esté en buenas condiciones en todos los
sentidos y además dedicarle todo el tiempo que requiera el plan de
entrenamiento. Hay que entenderle cuando no consigue una victoria porque no
todos los días nos encontramos con el mismo ánimo, hay que seguir cuidándole y entrenándole.
Se debe aprender algo sobre perros y sus cuidados o preguntar a los expertos,
utilizar los mejores piensos, procurarles las mejores instalaciones que podamos
proporcionarles; esto es así, ¿acaso vemos a los grandes deportistas tirados en
la calle sobre cartones, hambrientos y olvidados hasta el momento de sus
competiciones?
Un galgo es un animal hermoso que
no se merece un maltrato como el que les dispensan algunos propietarios, por
favor regálenlos si no creen que les están dando lo que ustedes les exigen;
pero pregúntense cuanta responsabilidad tienen ustedes con el trato que les han
dispensado desde cachorro. De ninguna manera se merecen ser ahorcados,
golpeados hasta romperles los huesos, matarles o abandonarles.
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