Ayer me decía un amigo: “no
podemos pensar que todo el mundo es bueno, que hay gente mala”, en un principio
no se quiere creer que esto sea así, pero claro, te cuentan acciones retorcidas
que hacen algunas personas, por las que se ven afectadas otras y empiezas a dar
marcha atrás. Ves que hay gente que las guarda, con razón o sin ella, pues a
veces solo es una malinterpretación de algo que ocurrió, pero que causa
comportamientos envueltos en maldad.
Es cierto que hay personas que se
pican muy pronto, que son demasiado impulsivas, que arremeten sin mirar las
consecuencias de sus actos. Hay personas que el rencor no les deja vivir, con
razón o sin él, pues a veces son los que provocaron la discordia e incluso el
perjudicado ha sido el que le ha pedido disculpas, en un acto de darle igual
rebajarse porque valora la amistad y sin embargo, el causante se siente
ofendido a pesar de todo, a pesar de que el perjudicado dio un paso adelante y
le pidió por su parte disculpas por haber discutido por una causa provocado por
el otro. Hay mucho rencor, en ciertas personas, a un nivel tal que les impide
seguir relacionándose con normalidad, vamos que si tuvieran a su alcance un
arma, te liquidarían.
Hay personas que levantan un
bulo, lo difunden sin tener ni tan siquiera el mínimo conocimiento de aquello
que están propagando, habría que preguntarse por qué lo hacen o si lo hacen a propósito
por hacer daño a otras personas. Cuando se vive en comunidad es inevitable que
alguna vez en tu vida tenga algún tipo de roces, más cuando hay personas
alrededor que olvidan que viven rodeados de vecinos y que por ello nos debemos
respeto, así como tratar de hacernos la vida un poco más cómoda o quizás menos
molesta.
Hay personas que acusan o
critican sin conocimiento de causa, porque creyeron algo o bien lo escucharon
pero sobre lo que no se cercioraron; este comportamiento puede tener
repercusiones ingratas, estando en la boca de unos y otros de una manera
injusta e incierta, pues es posible que ruede una información falsa o
distorsionada, ¿no es mejor hablar con la persona y aclararlo antes de
continuar con la cadena de acusaciones que pueden ser imaginarias?
Hay personas que dan “patadas” y
a las que parece no pesarle nada lo que hacen, ni las repercusiones que pueden
estar ocasionando sus actos en las vidas de los demás, se creen que están solo
en el mundo, piensan que no tienen nada que ver con nadie, no se sienten parte
del colectivo o no se como interpretarlo, pero entre todos podemos hacer un
espacio de vida o convivencia mucho mejor. Hay demasiado orgullo, demasiada
soberbia en otros casos, hay prepotencia y ganas de protagonizar la película,
pero convivir ha de ser algo mucho más simple si nos mostramos sencillos,
nobles, con buenas ideas, con verdadero aprecio por el otro, con respeto y
deseo de colaborar en lugar de destruir; es cuestión de parar la inercia que
cada uno llevamos y empezar de nuevo con una postura más receptiva y abierta
hacia los otros. Podemos ser personas de primera, tenemos la calidad suficiente
para serlo, pero no a costa de arruinarle la vida o amargársela a los demás,
cada uno en lo suyo dejando vivir a los otros y entendiendo que lo que hacen o
deciden los demás es tan importante como nuestros propios intereses, si nos
equivocamos, que no estamos libre de errar en cualquier momento de descuido,
pedir disculpas inmediatamente, que hacerlo es digno y no denigra a nadie por
hacerlo sino todo lo contrario. Podemos vivir mucho mejor si queremos.
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