¡Ay, Pujol,
Jordi Pujol!, veintitrés años siendo presidente de la Generalidad de Cataluña,
un máximo cargo público que se ha llevado treinta y cuatro años ocultando
dinero en Suiza. Un Jordi Pujol, que ha estafado a la Hacienda Pública, somos
todos menos los delincuentes como este y muchos otras autoridades del país,
grandes empresarios, etc.
Un ejemplo más
de la corrupción implantada en las instituciones del país, un ejemplo más de
que los que deben darlo, se han pervertido y han pervertido el sistema, han
amoldado las leyes para que existan estos resquicios de ilegalidad y se han
burlado de todos los españoles, cuando digo españoles incluyo a los catalanes
porque son ciudadanos de este país.
¿En quiénes
vamos a creer los ciudadanos, si los supuestos impostores que dicen representarnos
nos engañan constantemente? De verdad que es para hacer limpieza profunda en
todas las instituciones, sacarlos a la calle por voluntad propia o con los
antidisturbios, que también deberían obrar para el bien de los ciudadanos y del
país, no solo para aporrear a los manifestantes a las ordenes del Ministro de
Interior, que tarde o temprano caerá en las redes de la corrupción o bien será cómplice
por no denunciar lo que tiene a su alrededor.
¡Ay, Pujol,
Jordi Pujol!, sobre ti debe caer todo el peso de la ley y además debes de
ingresar en el erario público todo aquello que debiste tributar durante esos
treinta y cuatro años, aunque todavía puede ser que el otro impresentable
llamado Montoro, saque la segunda parte de la Amnistía fiscal para amiguetes y
te permita regularizar lo que el resto de los ciudadanos, trabajadores, no
podemos hacer. A nosotros nos toca pagar cuanto ellos dicen, vivir con las
sucesivas rebajas de salario que imponen por dictadura pura y dura; a pesar de
que aprueben sin nuestro consentimiento partidas presupuestarias para pagarse
el internet en sus domicilios o quieran cambiarse el móvil por iPhone últimos
modelos.
Por todo ello,
como ciudadano me siento saqueado por toda esta casta política impresentable,
me están robando y los que roban son además de delincuentes chorizos, apestados
de la sociedad y no son merecedores de seguir llevándoselo calentito a nuestra
costa. Son chorizos, es gente malvada que se aprovecha de su paso por las
instituciones para saquear dinero público. Por eso, no siento ningún pudor en
descalificar a la gentuza como esta, como tú Jordi Pujol, los que antes que tú
ya han salido a la palestra de las malas practicas y de la corrupción
generalizada que sufre España, y descalificáis a honrados ciudadanos electos
democráticamente, llamándoles de terroristas, cuando la forma de usar el sistema
en vuestro favor, al mismo tiempo que en nuestra contra, eso si que es
terrorismo social e incluso genocidio. Hay muchas personas o familias sin ingreso
mientras ocurren todas esas atrocidades delictivas, que el ingobierno del PP
tolera y no persigue. Hay necesidades, hambre y hasta muertes que podrían y se
os deberían atribuir.
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