CAMBIAR CUESTA

Va a costar mucho, la gente está tan acostumbrada al ritmo marcado, que no sabe caminar a otro paso; sólo ve una vía por la que nos han forzado a transitar y les cuesta ni siquiera imaginar, que se pueda ir a otros sitios.

Sacar a la gente del camino es impensable para ellos, que rápidamente hacen uso del término “utopía”, sus mentes no dan para más, no se permiten soñar con otras vías o soluciones a los problemas sociales tal como hoy nos lo presentan.

Ayer, hablando con un amigo, sufrí eso, esto de lo que hablo y mucho más. El de la vista corta o cerrada era yo según él, porque me atrevía a ver más allá de la manida o rancia, aburrida y empobrecida ruta, carente de futuro, que nos están obligando a transitar a golpe de decretazo, para lo que no están contando conmigo ni con ustedes para nada.

De verdad que yo siento pena del estancamiento mental que padecemos, metámonos todos, es un aprisionamiento del aspecto creativo o imaginativo, el sistema nos tiene anulado, sólo somos peones del tablero de ajedrez, de la partida que ellos quieren jugar. Corderos para ser degollados en el matadero del juego capitalista, meramente contribuyentes obligados a dar pasos, los que la dictadura de la mayoría absoluta a las órdenes de la sombra del capital decida que debemos dar.

Es una verdadera pena lo que están haciendo con la gente de este país, cómo nos están llevando a donde quieren, cómo nos han privado de nuestros derechos, unos sinvergüenzas corruptos de un partido plagado de estos, que se han apoderado del poder, un poder que nos corresponde a los ciudadanos, pues ellos son solo nuestros gestores; y se lo estamos permitiendo todo sin mover un solo dedo, en muchos de los casos. Es tan grave lo que está sucediendo y no hemos tomado conciencia del asunto, que es como para que todos los ciudadanos estuviéramos diariamente en la calle, exigiendo que aquellos que lo están haciendo tan mal, se fueran de inmediato.

Pensar en otras soluciones, en otra forma de llevar el país, en tener otros objetivos diferentes, eso es tener una visión abierta. Lo contrario, el inmovilismo y pensar que, igualmente, nada va o puede cambiar, eso es tener las orejeras puesta todo el día, lamentablemente.