Caso Noos,
Gurtel, Pokemon, financiación ilegal de los partidos, cuentas en paraísos
fiscales de muchos de los famosos de nuestros país, la infanta a la que es
imposible imputarla por presiones varias, el rey abdica y nos ponen a otro sin
consulta al pueblo, el PP que incumple totalmente su programa electoral para
servir a Europa y los intereses de la misma, los palos de la policía contra los
ciudadanos que se manifiestan, las concertinas de la frontera de Ceuta y
Melilla. Los ERES de Andalucía, los engaños y desvíos de fondos destinados a
formación para desempleados, igualmente en Andalucía, etc., etc.
La cantidad de
despropósitos, delincuencia, corrupción y tan alto grado de impunidad
existentes en nuestro país, es para sonrojar a cualquiera con un mínimo de
decencia. Las leyes que tenemos son permisivas por imperativo legal del
Gobierno, que no endurece el código penal, seguramente para evitar que cuando
se vean sus miembros envueltos en casos delictivos se les vayan a caer el pelo.
En España hace
falta una regeneración de estructuras, de personas sobre todo, para que todo de
un giro de ciento ochenta grados. España no se puede mantener en el tiempo
siendo sometida al saqueo constante, al engaño persistente y al desprecio
reinante en el ambiente de lo que es nuestro. Estamos a la cola de Europa
porque eso es lo que han querido los países que geográficamente están más al
Norte, los mismos que condicionan nuestra capacidad de producción de los
diferentes gremios o sectores: industrial, agrícola, ganadero o pesquero. Esto
lo han venido haciendo desde los comienzos de la integración de España a la eurozona,
lógicamente, con el consentimiento de todos los gobernantes de este país, que
han vendido un poco de España en cada uno de sus mandatos. Nos han engañado,
han tratado de hacernos creer que es mejor estar integrados en un conjunto
grande o mayor que caminar en solitario; el principio es bueno, pero no en las
condiciones impuestas por la troika de entonces y por la actual.
Hasta dónde
podemos seguir asumiendo en silencio los ciudadanos de este país, utilizando un
término coloquial: ¿cuánto más nos cabe?, ya está bien digo yo. Tenemos que
movernos, tenemos que protestar el destrozo que están originando los
gobernantes de este país, tenemos que echarlos de la vida pública porque han
demostrado su incapacidad. Tienen la minusvalía que peor se puede padecer, la carencia
de sentimientos, la carencia de sentido común y una que es terrible: la falta
de honestidad y honradez para ostentar un cargo público.
No hay comentarios:
Publicar un comentario