Hasta hace un
tiempo me era más cómodo que otros hablaran de política o que otros se
encargaran del país, lo gobernaran o hicieran las leyes. A muchos no les ha
sido agradable discutir, porque al final se confrontaban ideas de unos y de
otros, terminando por discutir; es entonces cuando muchos preferían mantener la
cabeza escondida en un agujero. Mientras se han llevado lo que han querido,
pero la economía estaba saneada y la prensa o medios de comunicación miraban
para otro lado o se enteraban de la mitad de la película, medianamente pasábamos.
En la
actualidad, es diferente, tenemos mucha más información y desgraciadamente
copada de casos de corrupción e intereses que nada tienen que ver con nosotros,
los ciudadanos. Ahora si que estamos viendo un largometraje de la mafia
gobernante de todos los tiempos, hay que decirlo así, porque la situación es la
sucesión de las tomas de decisiones, leyes y decretos a gusto de la mayoría
gobernante del momento, secuestrada por los poderes monetarios de turno. Bancos
a los que debían mucho dinero, que posteriormente le era condonado y por el que
pagaban contraprestaciones de algún tipo, que llegaba a nuestros oídos o no.
Empresarios a los que les admitían donaciones, que fundamentaban las financiaciones
ilegales de los partidos, o sea, que nuestros gobernantes optaban por dirigir
al país cometiendo fraudes o delitos, ¿qué clase de personas, qué calidad ética
y humana tienen y han tenido los que han pasado por la Moncloa?
Cuando ves
todo lo que hoy vemos y, sabemos todo lo que hoy sabemos, que seguro es solo
una parte; no tenemos más remedio que participar en las manifestaciones y si es
posible en la confección de la política, a través de la participación en
movimientos ciudadanos o interviniendo en los partidos políticos. Los
ciudadanos debemos ser el motor de la sociedad y modelarla para conseguir una
sociedad más justa y humana, donde las instituciones estén a nuestro servicio y
los políticos sean los gestores de nuestras decisiones y no al contrario como
sucede hoy.
En casa, en el
sofá, viendo la tele o leyendo, se está más cómodo, yo lo se; pero hay que
moverse un poco, hay que apoyar al colectivo ciudadano, porque enfrente tenemos
una fuerza minoritaria que se ha hecho de casi todo el poder, debido a nuestro
adormecimiento. ¿Seguro que quieres que te sigan arruinando la vida en pos de
los intereses del Banco Central Europeo o del FMI?, ¿Seguro que quieres que
sigan gobernando los que nos han traído hasta este momento tan critico
económico, laboral y social?, ¿Seguro que quieres que sigan legislando a golpe
de decretazos, como si de una dictadura se tratase?, ¿Seguro que quieres que nos
prohíban la libertad de expresión?, ¿Seguro que estás viendo la luz al final
del túnel?, pues trata de participar, los ciudadanos si que tenemos todo el
poder en cuanto nos movilizamos. Nosotros si que somos la mayoría y no esos
pocos que se lo están llevando calentito, mientras nos dejan un país arruinado.
Primero colaboran a que existan muchos despidos, a que cierren muchas empresas,
después nos ponen unas condiciones de trabajo lamentables y ahora vienen a
erigirse en nuestros “salvadores”. Esta gente no nos conviene, está ranciamente
inmovilizada en la prepotencia de su elitismo, arropada con un sistema blindado
de privilegios, que nada tiene que ver con las necesidades de los ciudadanos.
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