Acabo de ver
unos videos en You Tube, sobre tertulias políticas, como vengo haciendo últimamente
y voy llegando a la conclusión de que soy mayorcito para tragarme, por la
fuerza, la situación amañada actual y como dicen algunos, yo no quiero que
hagan política por mí. Entiendo que es un derecho y un deber de los ciudadanos
hacer política, involucrarse, luchar por lo que es de todos, por nuestro
bienestar, que esto no quiere decir que tengamos que armar la marimorena,
romper cosas, agredir a nadie, etc., pero si reclamar con insistencia lo que es
nuestro, de los ciudadanos. Luchar hasta que el sistema cambie y el poder sea de
los ciudadanos. Usar las redes y las calles para reunirnos, organizarnos, manifestarnos,
hacernos oír hasta conseguir ser nosotros los que gobernemos para nosotros, con
independencia de las imposiciones de los poderes monetarios.
El poder
monetario y la economía en su totalidad han de estar al servicio del bienestar,
el progreso y el desarrollo de las personas y no al contrario, como viene
ocurriendo. Si hay autoridades incapaces de hacer frente a los poderes, que se
vayan, que dejen paso a los que si quieran pelearse con los fácticos poderes
dictatoriales, que utilizan los pueblos para hacer caja. Ya no podemos
consentir, por más tiempo, a unos cobardes que justifiquen su ineptitud y cobardía
diciendo que no es lo que quieren hacer, pero que se ven obligado a ello. Esos
no nos ayudan en nada, todo lo contrario, nos están vendiendo al mejor postor,
a los buitres de las finanzas y nos están dejando en una situación tan endeudada
que se traduce en una total dependencia de los que tienen el dinero. Hay que
decir que basta ya de engaños.
Tenemos que
perder el miedo que nos fue transferido desde la infancia o la adolescencia,
cuando nos repetían que no fuéramos a las manifestaciones, cuando nos hablaban
de los palos que repartían la policía, etc. Debemos apartar de nosotros la visión
pesimista de que esto no hay quien lo cambie y cosas así. Estoy convencido que
el poder somos nosotros, nuestra unión porque somos muy superior en número y
porque nada justifica, en el orden jerárquico social, que exista una autoridad
dictatorial opresora, reprimiendo a los ciudadanos que somos el objetivo de que
se constituyan los parlamentos, por y para el pueblo. Para el beneficio y
progreso de nosotros, fuera de esto no tiene objeto alguno pertenecer, estar
incluido, fichado y controlado por un ente, que en ese caso sería totalmente
ajeno a nosotros. ¿Por qué lo hemos de mantener, entonces?
Hacer política
solo es preocuparse de nuestro futuro y dialogar acerca de posibles soluciones
a problemas o proponer iniciativas que aumenten el bienestar de la población en
general, por supuesto hay que hacerlo participando los ciudadanos, que somos
los verdaderos interesados. Es terminar con la carrera de clases, que no se
entiende desde el sentido humano de la civilización avanzada, al menos que
muchos estén pensando que seguimos siendo los hombres de las cavernas o primates
involucionados.
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