Por qué las
ciudades se inundan apenas caen unas decenas de litros de agua por metros
cuadrados, por qué los sistemas de alcantarillados no están preparados para
recibir esa cantidad de agua que cae. Digo yo, que las infraestructuras habrá
que dimensionarlas con unos márgenes de seguridad que debieran ser lo suficientemente
holgados como para que se hubieran previsto estás circunstancias; que ni son
días enteros lloviendo ni son diluvios. Llueve fuerte, pero esto es algo
habitual en ciertas estaciones del año y en ciertos días en particular.
¿Podrá ser que
cuando se proyecta se va con la miseria del ahorro y se acuden a diámetros “justitos”
de tuberías?, ¿Podrá ser que hay alcantarillados antiguos, que no estén en
buenas condiciones y que además se proyectaron para un número de viviendas y
ahora son muchas más?, ¿Podrá suceder, además de lo que me he cuestionado
anteriormente, que se hayan recalificado terrenos inundables o en zonas de alto
riesgo, pero que de nuevo el dinero los haya convertido en terrenos
edificables? Quizás esté sucediendo todo al mismo tiempo, en unas ciudades más
que en otras, pero puede que el origen de que se inunden, años tras años y
lluvias tras lluvias, muchas ciudades y pueblos, esté en todas esas hipótesis.
A todo ello
hay que decir que son los barrios más pobres, generalmente, los que más sufren
las inundaciones, ¿es que se hacen peor las cosas o se utilizan peores
materiales, se diseña peor o se permitió construir en zonas peligrosas?; puede
que de todo haya un poco pero desgraciadamente y como sucede casi siempre en
esta sociedad, los que menos tienen sufren más las consecuencias y las catástrofes
que asolan a una ciudad. Son las primeras victimas en perder el trabajo, en
pasar hambre, son los más pobres, los que menos recursos tienen en todos los
sentidos, casualmente son los menos preparados y todo esto les relega al final
de la cola para todo. Como a los de las zonas privilegiadas no les llega la
miseria al cuello, no se acuerdan de los habitantes de aquellas zonas
deprimidas ni de sus padecimientos.
De los que ya
poseen un cierto nivel social no hay que acordarse tanto, estos ya van; de los
que si hace falta acordarse son de los de esas zonas que viven en condiciones
precarias. Hay que hacer un esfuerzo por facilitarles la educación como
principio y herramienta de la convivencia. Además, en el tema que venía
desarrollando, diría que son esos barrios a los que se deben dedicar más horas
de trabajo y más proyectos de mejoras en infraestructuras porque han de ser,
por lo que decíamos, los peores dotados en calidad, servicios, etc., de ahí que
padezcan mayoritariamente las inundaciones en estos tiempos.
Está claro,
que si la administración da, tiene que haber la voluntad ciudadana, me refiero
a esos vecinos de esas zonas más deprimidas, de recibir y hacer un buen aprovechamiento,
cuidado y respeto de aquello que están poniendo a su servicio, para aumentar la
calidad de vida y la seguridad de aquella población. Porque se trata de que
podamos avanzar, todos, aproximadamente al mismo paso.
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