Desde hace años
mueren personas enfermas de Hepatitis C, debido a la propia evolución de su
enfermedad y a la falta de fármacos que fuesen capaces de erradicar la enfermedad,
pero en la actualidad tienen solución, una solución que les niegan debido al
alto coste del medicamento que puede curar al 90 % de los enfermos de Hepatitis
C.
El Gobierno
español dice no poder costear el tratamiento de tres meses necesario para la
curación de estos enfermos, porque lo laboratorios piden un precio desorbitado,
altísimo, de decenas de miles de euros. Parece ser que fabricar cada comprimido
es cuestión de céntimos de euros, según unos informadores y de dos o tres
euros, según otros medios. De cualquier manera, como siempre, al comprobar tan
magnifico resultado del producto, prima el negocio a la salud y en este caso a
la vida, porque de no tomarlo, la evolución de la enfermedad le lleva al
paciente a un estado cirrótico y a un cáncer terminal de hígado.
Ante esto, el
gobierno dice estar negociando cuando no dice que ya está llegando el tratamiento
a los enfermos, que es mentira, o como dijo la anterior Ministra de sanidad,
Ana Mato, que a primero de Octubre ya estaría el Sovaldi, que es el nombre del
medicamento, en las estanterías de las farmacias, dispuesto para ser
suministrado a los pacientes. Estamos en Enero de 2015, han pasado tres meses y
los enfermos han tenido que encerrarse en los hospitales, haciendo huelgas para
protestar por este estado de indefensión, ni más ni menos que se juegan la vida.
Cada día que pasa mueren doce personas de esta enfermedad, por no habérsele
suministrado este fármaco y es que el gobierno tiene otros pagos más urgentes
en concepto de deuda e intereses de la misma, para cumplir con el artículo 135
de la Constitución, modificado a propósito y estos son los resultados.
El negocio de
un laboratorio no puede estar por encima de la vida de las personas y debiera
existir un organismo de salud mundial que obligara a fijar unos precios
razonables con unos márgenes de beneficios moderados y no estos atracos a mano
armada. De lo contrario, se les debería retirar la licencia para fabricar
medicamentos, pues no están por la vida de las personas. Gente con esta
mentalidad puede provocar enfermedades para que les consuman otros medicamentos
y cosas así; a mi me dan desconfianza. Empresas que actúan así no están por la
salud, están por ganar dinero y deberían dedicarse a otras cuestiones, pero no
a la salud y en último caso habría que ir contra ellas y copiarles el
medicamento, a nivel de gobiernos, pues la salud de sus ciudadanos debe estar
por encima de normas burocráticas y robos como el que se está cometiendo por
parte de esos laboratorios.
Vemos una vez
más la inutilidad del conglomerado orgánico mundial existente, que solo se
mantiene en el tiempo, diplomáticamente cobrando, como una gran empresa pública
mantenida por todos nosotros y que queda muy bien, pero que es muy ineficaz.
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