Como esta
tarde escuché, Rajoy se reúne en Grecia con su homólogo, los dos últimos de la
clase hacen bien los deberes de la profesora Merkel. Siguen las conductas de
presión hacia los votantes de un país, porque temen sus dirigentes que el
partido de izquierda, Syriza, le mande a paseo. Todos estos prepotentes que se
llaman a si mismos “demócratas”, no dejan de inducir la intención de voto de
los ciudadanos, meten miedo, presionan y dejan poco espacio a la libertad de actuación.
Esta es la democracia en la que creen estos pollos. De lecciones de democracia,
nada de nada.
Solo entienden
de los dictados de la reducción del déficit, de los recortes y de la pobreza
que están generando. Son políticas que igual les van muy bien a Alemania, pero
que sin embargo a los ciudadanos de las clases medias nos están llevando a la
precariedad más absoluta. Están indirectamente, por ser prudente, provocando
muertes por desesperación, como es el caso de las personas desahuciadas o de
aquellas personas a las que le vendieron preferentes y a las que han dejado sin
sus ahorros de toda la vida. Toda una vida trabajando y ahorrando para tener
una vejez digna y vienen los ladrones de las entidades bancarias a robarles.
Cuantas cosas
están pasando en este país y que lesas son las condenas cuando las hay. La ley
está distraída en cuanto a aplicar el sentido común y obligar a devolver lo
robado al delincuente. No es difícil adivinar qué está sucediendo si los jueces
del Supremo, del Constitucional y los fiscales son nombrados por el Gobierno en
mayor grado, pues que no hay independencia de poderes. Obedecen a la voz de su
amo, lo que rara vez va a conducir al fin de la corrupción y las malas artes.
El partido del Gobierno es el primero que alberga en sus filas a decenas de
corruptos imputados en variados casos delictivos, incluido el pago en “B” de la
reforma de la sede del partido. Nos gobierna un partido corrupto, con esto
queda demostrado y nos lo tenemos que tragar, ¿dónde está la fiscal del Estado?
El Fiscal ya
se marchó, Torres Dulce fue listo, sabía lo que había y lo que se le venía
encima y dio la estampida. Si los peces gordos del PP del gobierno de Aznar ya
estaban de mierda hasta el cuello y estos, de Rajoy, les van a la saga, pues el
fiscal cogió el dominó, las cartas y el parchís y se ha ido a montárselo en
otro lado, que creo tenía plaza en otro sitio, pues esta gente siempre tiene
conexión en la Administración o en los consejos de empresas previamente
privatizadas. Somos los ciudadanos los que perdemos nuestros puestos de trabajo,
ellos solo cambian de planta en el edificio, pero siempre siguen cobrando; la
ley siempre les ampara, como no, si la hacen ellos a medida.
Espero que los
españoles les demos una lección en las urnas a estos malhechores, que como
dicen algunos, no son señores que se levantan por la mañana tramando un plan
para fastidiar o hundir el país, pero es difícil pensar que esta coincidencia
haya sido solo una casualidad. Hacerlo peor es casi imposible.
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