El pequeño
Nicolás es el chaval que siempre supo salir en la foto, parece que mostró
interés para acudir a cualquier acto promovido por el PP o por la Fundación
FAES. Siendo de las juventudes del PP le sería, relativamente, fácil conseguir
los pases o autorizaciones necesarios para asistir. Creo que por ahí empezarían
las andaduras de este intrépido joven, alcanzando la fama y su relación con
tanta gente que trabaja en las instituciones.
A partir de
esos momentos ha fomentado su amistad con muchos de esos personajes hasta el
punto, como vamos conociendo, que intercedieran por él o le recomendaran ante
terceros, empresarios, principalmente, pues como él mismo se califica, es un
conseguidor, lo que entendemos por comisionista o mediador en transacciones
comerciales y negocios. Mucho tráfico de influencia si que ha promovido este
Nicolás y por ello se va a enfrentar a una condena sería. Creo que así será
tras falsificar cartas, documentos y firmas de los personajes más relevantes
del Gobierno y otras secciones de la Administración pública.
Mirado desde
fuera, con tan solo las noticias que se han difundido por los medios de
comunicación, este Nicolás o es un jeta de dos pares de cojones, o es alguien
que ha servido de hombre de paja de otros u otro, que a través de él hacía lo
que no se atrevía a hacer por sí mismo. Sus actos son de delincuentes según los
conocemos, ha falsificado documentos oficiales, ha estafado por tanto, se ha
colado donde no hubiera podido estar por carecer de las invitaciones o permisos
correspondientes, ha metido las narices en todos los lugares imaginables de la
Administración incluido el CNI, el Centro Nacional de Inteligencia; según él ha
tenido reunión con algunos de sus responsables y según él le han encargado
algún trabajito, recoger algún tipo de información, etc. Me cuesta creerlo,
pero ya no se hasta donde han llegado las invenciones de este personaje y hasta
donde puede llegar las medias verdades de sus argumentaciones.
Los whasaaps,
que han trascendido por los medios, de las comunicaciones entre este chaval y
ciertas autoridades son difíciles de creer sin pensar en una amistad que
trascendía los negocios. Movidas nocturnas, chicas que parecía les llevaba el
pequeño Nicolás a esas autoridades, uso de coches oficiales que ponían a
disposición del niño, cartas de recomendación que a cualquiera de nosotros no
nos facilitarían o reuniones en despachos de altos cargos. Un tren de vida por
todo lo alto, un chalet con un alquiler mensual de varios miles de euros,
blindado con cámaras de seguridad y muchos personajes que han pasado por ese
edificio e incluso han tenido la oportunidad de hacer alguna que otra siesta,
como la de Arturo Fernández, Presidente de la confederación de empresarios, en
el sofá del salón del chalet. Las invitaciones constantes a los palcos de
autoridades de los estadios de fútbol y lo curioso de las diferencias de edad entre
este chico y la gente con la que salía de “marcha”. ¿Qué habrá detrás de todo
esto?
No hay comentarios:
Publicar un comentario