Es hora de que
los Ayuntamientos, como órganos más cercanos a los ciudadanos, se dejen de divagar
y comiencen a crear planes y estrategias para que seamos autosuficientes como
sociedad y también como institución el mismo Ayuntamiento.
Uno de los
primeros proyectos que tendrían los Ayuntamientos que abordar sería habilitar
las vías de participación ciudadana, para hacer llegar ideas, pues aunque se
supone que para esto están los políticos; estos están demasiado ocupados con:
buscar los fallos de sus adversarios, en las siguientes elecciones y en sus
propias estrategias para vencer y conseguir votos.
Hay problemas
acuciantes por todos conocidos: Paro, desahucios, familias sin ingresos y
despilfarros, que son necesarios solucionar inmediatamente. Por eso, los
Ayuntamientos no pueden mirar para otro lado o sentirse fuera del círculo
social, son vecinos y el ente en sí no es más que un algo que lo mantenemos
entre todos para lograr la mejor gestión posible para mantener el bienestar que
nos marquemos los ciudadanos. Por tanto, hay que buscar la forma de conseguir
el pleno empleo y que esta expresión deje de ser una utopía. Hay que realizar
un estudio concienzudo para ajustar la oferta a la demanda y para ello, hay que
encontrar la forma de motivar a quienes deseen ser empresarios y tengan una
idea de negocio para llevar a cabo con todas las facilidades. Hay que crear
empresas públicas para fabricar aquello que ahora se adquiere fuera del
término, porque no se trata de ganar dinero sino de autoabastecerse y esas son
las ganancias las propias del autoconsumo para pagar los gastos de la
producción y los salarios de las personas que producen.
Sobre la
energía habría mucho que decir además de los intereses que tienen y han tenido
los gobiernos, pues como hemos podido ver, muchos de los actores de aquellos
gobiernos terminan en los consejos de administración de las empresas de la
energía. Es necesario que se haga un estudio exhaustivo de las necesidades
energéticas de cada término municipal para que se produzca, mediante
instalaciones públicas de energía alternativa, toda la energía necesaria para
los vecinos, sus casas y las empresas ubicadas en la localidad. Hay que
aprovechar las horas de sol mediante instalaciones de energía fotovoltaica, el
viento mediante instalaciones de energía eólica y si se tienen ríos caudalosos,
saltos de agua o mares, mediante el aprovechamiento de la fuerza de esa energía
primaria e hidráulica. Como saben hay otros medios para obtener energía
mediante una planta térmica de biomasa, donde se aprovecha el calor producido
al quemar las podas o los excrementos de los animales, etc. Si queremos tener
futuro, debemos mirar al futuro y reconvertirnos ya porque la tecnología está
disponible y hay que aprovecharla, necesitamos apartarnos lo más inmediatamente
que nos sea posible del consumo de las energías fósiles.
Continuando el
apartado anterior, decir que será una muy buena idea implantar empresas que
facilitaran la transformación de vehículos de combustión interna, o sea los
vehículos actuales, en automóviles eléctricos como primer paso. Con ello mejoraríamos
considerablemente el medio ambiente, el aire que respiramos y por ende nuestro
estado de salud. Ya hay tecnología suficiente para no tener la limitación de kilómetros
que se pueden realizar con una carga eléctrica, pero los intereses del petróleo
desplazan la tecnología existente. Si un
avión va a dar la vuelta al mundo impulsado únicamente por energía solar, como
ha anunciado la prensa, por qué no va a poder impulsarse del mismo modo un
coche para dar el servicio diario que se le requiere. Habría que implantar
empresas dedicadas a estos menesteres en cada localidad, para atender las
necesidades, en este sentido, que se den en su población.
Para terminar,
decir que estas han sido breves pinceladas de lo que puede ser una manera
moderna de gestionar en un Ayuntamiento, no para recaudar sino para conseguir
el bienestar general de todas las personas que los integramos.
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