La formación vista desde dentro
sigue siendo nefasta en mi opinión, que como es natural es mi punto de vista y
no tiene por qué coincidir con el suyo, evidentemente, al menos con el punto de
vista del profesorado implicado, y menos aún con los que diseñan los contenidos
y el modelo a seguir. La formación sigue siendo tensión aunque llegues con la
máxima ilusión por volver a estudiar, y aunque lo hagas concienzudamente porque
quieres formarte más, tienes curiosidad y ganas de aprender, que es como se va
de nuevo cuando eres mayor. No hay que preocuparse, en poco tiempo te
arrastran, no hay placer en el estudiar, te inundan de tareas a tal punto que
si quieres ir al día tienes que dedicarte doce horas a los estudios: seis horas
y media de clases en la mañana, almuerzas y te tienes que poner a realizar las
tareas y repasar lo que van dando en clase a todo trapo… al final de cada clase
el profesor indica las tareas que debemos hacer en casa… es un sin parar; y
cuando te encuentras en medio de todo este oleaje ininterrumpido, vuelve el
tsunami de los exámenes (Pruebas memorísticas absurdas, porque todo lo práctico
es lo que menos te enseñan y el resto se puede consultar en los libros), pero
el sistema quiere que hagas esfuerzos de memoria, que pasados unos meses se
olvidan… ¡un aplauso para el absurdo sistema educativo implantado! El que
premia a los que mejor partido saquen de sus funciones memorísticas.
En el mundo del trabajo se
reclama la conciliación familiar, sin embargo, con la escolarización actual
parece que se pretende la independización o alejamiento familiar de los
estudiantes, pues para poder llevar todo al día te tienes que pasar el día en
la escuela o encerrado en tu habitación, al margen del resto de la familia. No
me extraña que el fracaso escolar sea tan terrible, la gente se aburre en las
clases, prefieren hablar de sus cosas con los compañeros y compañeras, el
murmullo es casi constante, a veces cuesta escuchar al profesor, los profesores
no se imponen como cuando yo era joven, hay pasotismo en ambas direcciones, la
gente está porque se siente obligada, y lo digo por los profes y por muchos de
los alumnos. Los profes improvisan, van a hacer una prueba y no traen
mecanografiadas las preguntas, los apuntes los tienen que ir actualizando
conforme explican y van detectando que faltan cosas, tienen faltas de
ortografía o erratas, como les gusta llamarles a algunos, no saben utilizar los
medios a su alcance para enseñar como la pizarra digital, los ordenadores tienen
muchos años y cuesta lo suyo que se pongan en marcha, igual diez minutos de
clase. Los temas los traen con alfileres y en cuanto algún alumno le da por
usar la cabeza, hace preguntas que ponen en evidencia la calidad del contenido
y la destreza del que hizo el libro que han recomendado… el profesor se queda
sin palabras, se evidencia que el tema lo traía como dije antes… mirado y ya
está.
Ahora me refiero a los
sinvergüenzas que nos gobiernan… sigan tirando el dinero de todos los andaluces
y de todos los españoles, así como los fondos europeos, sigan derrochando que
ya sé que no os duele nada. Estoy dentro, estoy estudiando en estos momentos,
lo digo con propiedad, esta chapuza es la que tenemos… puedo comprender que ser
bueno memorizando te hace aprobar unas oposiciones, pero no te hace el más
digno aspirante a enseñar a un colectivo, ¿y qué decir de los señores que están
prescribiendo los contenidos y han diseñado el modelo educativo a seguir? No
sirven para esto, seguramente sí para otras muchas cosas, pero para llevar a
los estudiantes al éxito mediante la ilusión y el amor al estudio, por supuesto
que no están cualificados para ello. Si no saben cómo hacerlo, es muy probable
que otras muchas personas menos recomendadas que ustedes, a las que no pusieron
a dedo en sus puestos de trabajo, puedan hacer un mejor servicio a la
ciudadanía y al país. Me atrevería a deciros que si no sabéis qué hacer,
algunos ciudadanos sí lo sabemos, tengan la humildad de preguntar.
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