Resulta que “los supuestos
radicales”, “los peligrosos podemitas”, son los únicos que no hablan de
banderas de ningún signo ni van por ahí quitando lazos amarillos, por el
contrario, son los únicos preocupados por la gente y proponen medidas que favorecen
a las capas sociales más desfavorecidas, lo que debe ser hacer política… a ver
si no va a ser tan malo que llegasen a gobernar.
Lo cierto es que cada vez que una
medida va a favor de la gente y en contra de los poderosos, PSOE, PP y C’s
ponen el grito en el cielo. Esos tres partidos están cogidos por los huevos por
la banca y los empresarios, por tanto no se sienten libres para legislar porque
para favorecer a los más pobres de nuestra sociedad hay que exigir a los que
más tienen, que contribuyan más, que permitan que se redistribuya la riqueza de
una manera más equitativa, y los poderosos lo toman como una amenaza… ya saben
por qué hablan como hablan de PODEMOS.
Hay gente que siempre fue de
izquierda, pero dice que cuando se va haciendo uno mayor y tiene ciertas
propiedades y algún dinero en el banco, lo lógico, la tendencia natural, es
hacerse de derecha; yo creo que no es así, que ser de izquierda como ser de
derecha es un sentimiento profundo en el que tiene mucho que ver la
programación que te hayan metido de pequeño, el ambiente en el que has vivido
desde niño, pero que aún sin identificarse con ninguno de los términos o
palabras, desear que nadie se quede atrás es sobretodo humano. Hay demasiada
gente mirando solo por lo suyo, por lo que tiene, por su posición social, por
su círculo pequeño: ellos y sus familias, sin importarles nada o casi nada el
resto de la gente… y así nos luce el pelo.
Los de la derecha se oponen a que
un trabajador gane 900 euros, como ha propuesto y acordado PODEMOS con el Gobierno.
Lo dicen los que ganan cuatro y cinco mil euros más dietas, mensualmente.
Argumentan que es una ruina para el presupuesto español, esos mismos se
callaron como putas, y que me perdonen esas señoras, cuando el gobierno de
Rajoy regaló miles de millones a bancos y Cajas de Ahorros. Todos los gobiernos
que hemos tenido han regalado, como forma de pago de sus préstamos a las
entidades bancarias, nuestro dinero; o sea, que siempre hemos respondido
nosotros y nosotras de sus deudas de partido, siempre hemos sido traicionado, siempre
nos han robado, tanto PSOE como PP. Si eso no hubiera ocurrido y si la
corrupción de esos partidos no hubiera campado a sus anchas en España desde
1982, ¿cómo podríamos estar viviendo?, desde luego no hubiéramos sentido la
crisis.
¿Cuándo van a modificar la ley
electoral para que todos cosechen por igual? Un voto ha de ser un voto, no el
equivalente a dos votos o a medio voto, dependiendo de la circunscripción o del
partido votado. Esto es muy fácil cuando no se trata de hacer trampas:
supongamos en las nacionales, hay que elegir a 350 diputados, votan 24.000.000
de personas, seguimos suponiendo que suman 23.000.000 de votos válidos (votos a
formaciones políticas + votos en blanco). Se divide el número total de votos válidos
entre el número total de diputados a elegir y resulta que cada escaño o
diputado necesita 65.714 votos, así cada formación por cada 65.714 votos
obtendrá un diputado, transparente, sin dar ventaja a nadie, aunque el tal D’hont
fuera más listo que yo, fíjense si fue listo que fue capaz de implantar una ley
tramposa que favorece, como siempre en el sistema al que llaman democrático y
constitucional, a los partidos más fuertes.
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