Siempre me pregunto por qué los
políticos no cogen un problema y trabajan hasta hallar una solución. Por qué
los problemas que afectan a la gente sencilla y trabajadora se convierten en
problemas estructurales de esta sociedad acomplejada. Muchos dicen desde el
Gobierno, el actual y los anteriores, “no podemos apretar a los del dinero porque
se van”, así no hay quien viva, no podemos estar siempre a merced de los que,
supuestamente, ponen la pasta, porque lo que sucede a veces, por lo que veo, es
que hacen el acto de ponerla y los dineros salen por otra puerta casi al mismo
tiempo. En seguida ya les están dando subvenciones y en cuanto se las chupan o
las gastan como si ellos hubieran sido los que han corrido con toda la
inversión, cierran las fábricas antes de que les cueste dinero y se largan a
hacer lo mismo en otro país donde les den todas las bendiciones, terrenos,
ayudas, subvenciones, facilidades para pagar menos impuestos que nadie, etc., y
si es posible mano de obra barata que la puñalada vendrá más tarde.
Cuánto tiempo necesitan los
gobiernos para despertar de este mal rollo y de este timo que vienen haciendo a
la ciudadanía. Eso no es terminar con el desempleo eso es dar un caramelo para
que los ciudadanos lo chupen durante un periodo de tiempo, mientras las cifras
del paro se maquillan una temporada, y así fluctúa el total de personas
desempleadas, los que salen por los que entran, aunque los que entren casi
siempre lo hagan en peores condiciones a los que salen. De esa forma parece que
los empresarios emplean gente, se hacen nuevos contratos, se mueve la pasta,
algunos trincan por el camino, otros son despedidos y se llevan un tiempo
cobrando prestaciones de la Administración… una forma de que la sangre no
llegue al río, pero lo cierto es que el problema del desempleo persiste, nos lo
vamos repartiendo, es crónico porque hay intereses por un lado y dejadez por
otro.
Echo de menos a un grupo de
Ministros centrado en un problema, imaginando posibles soluciones, lanzándolas sobre
la mesa, debatiendo y agarrando el toro por los cuernos, como se suele decir.
Ellos prefieren cobijar al poderoso, ahora la última medida que han tomado los
ministros del gobierno de España es que no se pueda llevar la figura del rey al
Congreso, que no se pueda debatir de él, tampoco permiten que se le investigue,
no quitan la inviolabilidad del personaje, no le piden cuentas tal como hacen
con otros muchos presuntos delincuentes, pero claro, que le quede perfectamente
nítido… somos todos iguales ante la ley. La frase no suena mal, pero es
absolutamente mentira y, sin embargo, no dejan de restregárnosla por nuestras
narices.
España está mal, no voy a
negarlo, pero es totalmente recuperable en cuanto se ponga un gobierno a
trabajar para hacer el bien, el bien para el país y el bien para la gente, en
especial para la que se queda descolgada económicamente, sin trabajo,
denigrada, marginada… en unos años seremos más personas las que estaremos en
estas condiciones porque los gobiernos entran para trabajar por los de arriba,
no por los de abajo. Eso provoca brecha social, una brecha que cada día se hace
mayor, una brecha que nos distancia más, una brecha que solo va a conseguir un
mundo de personas infelices, pobres y sin ilusión. Si es eso lo que quieren,
entonces van por buen camino.
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