Imagen: ideoviajes.com
Ayer vi por
televisión imágenes de algunos mercados de abastos vacíos, pero lo que más me
llamó la atención es que al tiempo que se recrudecen las medidas de
confinamiento para muchos sectores de trabajo, los puestos de dichos mercados
tuvieran expuestos todos sus productos como si no tuviéramos el consabido
estado de alarma general. Las carnes colgaban por encima de la cabeza del
tendero, en este caso carnicero. En los puestos de fruta y verdura, los géneros
están en primera línea como siempre han estado, al lado de los clientes que
pueden toser sobre los mismos y después te los llevas contaminados a casa, los
tocas al manejarlo, puedes llevarte la mano a la boca, tocar a otro miembro de
tu familia, etc. Ya sé que algunos lo primero que pensarán es que al cocinarlos
se van a cargar al virus, pero mientras tanto se manejan para sacarlos de las
bolsas, infectan las mismas bolsas, contaminan las manos del que lo toca, la
encimera de la cocina, o sea, si te llevas productos contaminados… familia
contaminada.
No quiero
decir con todo esto que no compremos en los mercados o en todos los lugares
donde tengan expuestos los artículos de comer, sino que debemos ser muchos más
prudentes ya que ninguna autoridad parece haber advertido este foco de posible
contagio, a pesar de que nos tienen a todos inmovilizados y confinados en
nuestra pequeña prisión sin barrotes. Es nuestra obediencia y el sentido común
el que nos hace ser solidarios, al comprender que cuanto menos nos pongamos en
contacto los unos con los otros seremos menos vulnerables a adquirir una carga
viral mayor, lo que nos pondría en riesgo de sufrir unos padecimientos que
pudieran conducirnos al cajón. Por eso, en los mercados debiera estar todo
apartado de la vista o cubierto con plásticos transparentes y los tenderos
debieran usar todos guantes y mascarillas para evitar que sus gotitas de saliva
al hablar, toser o estornudar, o la de sus clientes pudieran contaminar los
productos de comer. Hay que extremar las medidas preventivas, pero hay que
hacerlo no solo dentro de los hogares sino también en aquellos lugares donde concurre
la gente, no digamos, donde están los alimentos.
Al margen de
esto, espero que a los sanitarios, primer cuerpo de defensa y ofensa contra el
virus, les lleguen los EPIs famosos, las mascarillas que necesitan, no las
primeras que les regalen con muy buena intención, pero que no les protejan.
Espero que todo ese revuelo de compras chinas, de la primera zona infectada mundial,
lleguen en condiciones y esterilizadas. No entiendo cómo todo hay que comprarlo
a los chinos, por qué compran sin ver lo que compran o, peor aún, sin consultar
a los médicos, me refiero a la partida de materiales que el Estado español dice
haber comprado y haber tenido que devolver porque no servía. ¿No ven los
productos, no los conocen, no hay técnicos que valoren lo que están comprando,
por qué esta demora por dejación de funciones de algunos?
Esta crisis la
vamos a ganar entre todos, pero los políticos se tienen que poner las pilas,
mucho del contagio tan grave de Madrid es culpa de ellos y de la autorización
de la manifestación de la mujer el 8 de marzo. De esa manifestación sabemos de
muchos contagios, entre ellos los de la mujer de Pedro Sánchez, Irene Montero,
la Ministra Calvo…, que se sepa y haya trascendido. Los políticos se tienen que
poner del lado de la población ahora y siempre, es la única razón de que haya
políticos, nadie los quiere para que legislen contra la ciudadanía o perjudiquen
el bienestar general, y cuidadín con los dineros, estamos en momentos de gran
movimiento de los mismos, y sabemos lo que sucede cuando se mueve mucho y
median los políticos, que se pierden, que nos roban, que se corrompen con suma
facilidad.
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