Hoy viene el
ciudadano Felipe a Sevilla a visitar uno de los barrios más pobres. La prensa
sensacionalista ha añadido que es el barrio más pobre de España, y tampoco es
eso, los hay más pobres, solo que quizás no le llamen barrios a esos conjuntos
de chabolas que hay desperdigados por toda la geografía española. ¿A qué viene
el subvencionado?, sinceramente no lo entiendo, el barrio lleva siendo pobre
toda la vida, concretamente desde 1976 que fue la fecha en la que se
construyeron sus viviendas con el fin de acoger a cantidad de gente pobre y
muchas marginadas. ¿Ahora se ha dado cuenta el ciudadano Felipe que era el
momento idóneo para hacerles una visita?... ¡tiempo ha tenido de hacerlo! Ese
barrio ha vivido y vive sumido en la pobreza y conviviendo con un alto tráfico
de drogas desde que se fundó, sin que nadie haya hecho nada por mejorar la
calidad de vida de sus residentes. Todo eso, mientras que el subvencionado
vivía a todo tren con pulserita de todo incluido, ¿cómo casa esta visita con la
realidad marginal del barrio, y qué viene a hacer?, ¿cuánto de su dinero, que
es el nuestro, piensa destinar a sacar al barrio de la pobreza?, ¿cuántas
fábricas va a construir para dar trabajo a su gente?, ¿cuántos comedores
sociales va a habilitar para dar de comer a esas personas mientras las fábricas
están listas para desarrollar su actividad? Además, sería totalmente inmoral hacer
algo por unos y abandonar al resto, que es como están.
Es curioso que
con el calor que hace por aquí abajo y con la corrupción de la Institución representada
en la persona de su padre, haga una gira por España, una gira veraniega con la
que deseen distraer la atención de la gente y acercarse cuando aquella se
distancia debido a las noticias indeseables de cómo nos han robado. Cuando ha
calado tanto en la mente de la gente que su padre nos ha robado y beneficiado
de su cargo, además, como buen ciudadano español y enseña de patriotismo, se ha
llevado sus dineros a paraísos fiscales; viene a diseñar el ciudadano Felipe,
su hijo, una gira de aproximación de la Institución al pueblo, pero es que ya
no cuela. Hemos tragado con la inviolabilidad de una persona en la nación, una
persona que podía hacer lo que le viniera en ganas sin que tuviera que rendir
cuentas de sus actos, ¿esta bula penal a qué clase de justicia abre las
puertas? ¿A una que sea igual para todos?, desde luego que no, a pesar de que
año tras año, cada vez que surgía un caso de corrupción de las altas esferas o
daban un discurso, volvían a recalcar y repetir que todos éramos iguales ante
la ley, ahora comprendemos que se referían a nosotros, ellos no estaban
incluidos en el conjunto de ciudadanos sujetos al código legal existente. Ni
ellos, los subvencionados de la Casa Real, ni la gran mayoría de los políticos,
¡vaya si han sucedido cosas desagradables en España!, ¡vaya si hemos tenido que
comulgar con la consabida piedra de molino!, ¡vaya si han creado malestar y
pobreza todos los que, de algún modo, han tocado poder! Después de todo esto,
sigo preguntándome: ¿qué sentido tiene la visita de hoy del subvencionado?
Parte de la pobreza ha sido generada por la parroquia real, tantos amoríos,
tantas comisiones, tanto presupuesto, tantos empleados para servir a aquel que
nos estaba robando a todos. Aquél es el que mataba elefantes, el que visitaba
alcobas ajenas, camuflado. Aquél es al que algunos le quisieron hacer caer bien
a la ciudadanía española, apodándole “El Campechano”, para nosotros el
regatista del Bribón y el Fortuna. Aquél a quien muchos empresarios amigos le
compraban los barcos para que se divirtiera mientras la corrupción se extendía
por España. Aquél al que otro empresario y buen amigo tuvo a bien pagar la
mitad del viaje de novios del ciudadano Felipe. Aquél al que el Rey de
Marruecos le tenía un gran aprecio, o los jeques árabes les untaban comisiones
por barriles vendidos a ¡Viva España! Franco lo puso, nosotros cargamos con
ello, como dijo Adolfo Suarez, con trampa, sin someterlo a referéndum, porque
sus datos conocían el resultado de los comicios de haberse celebrado… ¡maletas
y puerta!
No crean que
tengo nada en contra de la Monarquía, aunque cueste aceptarlo tras lo escrito.
No tengo nada en contra, pero tampoco a favor, que está, bien, que no está,
mejor, pero que no sea una carga para el país. Son jóvenes, están preparados
según los medios de comunicación amigos, pues que busquen un empleo como el
resto de los ciudadanos de este país. Nada de dedo, nada de favores, nada de
sueldos extraños como los que reciben sus hermanas, las infantas, alrededor de
300.000 euros anuales, una en Fundación Mapfre y la otra en la Fundación Aga
Khan, ¿no es extraño que le paguen dos fundaciones, esto de qué va? No está mal
el salario para una diplomada en Magisterio y una licenciada en Ciencias
Políticas.
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