Imagen: www.eldiario.es
Hace unos días
pudimos ver en televisión la ejecución lenta y horripilante de una persona de color,
a manos de un policía blanco, que desoyó los avisos, las quejas, las suplicas
de George Floyd, mientras perdía la vida por asfixia. La rodilla del policía
presionaba el cuello de esa persona que yacía en el suelo, bocabajo, manos a la
espalda, inmovilizado y muriendo en directo ante las cámaras de la televisión o
de algunos móviles de personas que estuvieron en las inmediaciones cuando el
trágico hecho tuvo lugar.
Una persona
más de color pierde la vida a manos de la policía en los EEUU. La policía americana
tiene el gatillo fácil cuando se trata de detener a personas afroamericanas.
Como hacen todos los sistemas corruptos, trataron de traicionar a la población
amañando la autopsia y dando un primer informe en el que trataron hacer ver que
había muerto, no por asfixia, sino por problemas cardiacos debido a dolencias
ocultas, drogas, alcohol, etc. Lo cierto es que el informe oficial dice a las
claras que George Floyd fue asfixiado, fue ejecutado por la rodilla y la
voluntad insistente de aquel policía. ¿No era suficiente con que estuviera
quieto en el suelo, bocabajo y con las manos esposadas a la espalda?, yo creo
que sí, pero el odio racista sigue vigente entre una facción de la población de
EEUU.
A partir del
asesinato cometido, la población afroamericana se ha tirado a las calles a
protestar por el homicidio policial, pero también a aprovecharse de su ira, de
su odio y del rencor por lo sucedido, además de su situación social desfavorable;
así que se lleva por delante todo tipo de comercios, escaparates y roba cuanto
puede, algo que no tiene justificación alguna con el hecho motivo de las
protestas. En España estamos atascados mentalmente entre fascistas y
comunistas, los unos etiquetan a los que tienen ideas diferentes, de ser del
bando contrario, y en EEUU siguen, mentalmente, muchos con la sábana sobre la
cabeza persiguiendo y vengándose, en cuanto pueden, de los que tienen un color
de piel diferente. ¿Será posible, que tanto allí como aquí, no seamos capaces
de civilizarnos y respetarnos? Que en 2020 sigamos con estas historias,
mantengamos las distancias, promovamos las brechas sociales, la distinción de
clases y que deseen algunos mantener a una parte de la población sumida en la
más miserable pobreza, para obtener beneficios de su sometimiento a cualquier
precio, es de una indignidad injustificable, es de una deshumanización
vergonzosa y hay que acabar con ello.
Las imágenes de
la muerte de George Floyd conmueven a las personas de bien. Es imposible
justificar al homicida por las razones que antes he expuesto: hombre
inmovilizado, bocabajo, manos a la espalda, esposado y suplicando una y otra
vez porque se asfixiaba, como así fue. No fue un cuento, el policía no atendió
al detenido, no le escuchó, no se dignó a hacerlo, prefirió asesinarle, tenía
un color de piel diferente al suyo, siguió apretando con su rodilla hasta que
acabó con la vida de George Floyd. D.E.P.
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