LOS SUBVENCIONADOS- Imagen: ecodiario.eleconomista.es
En la España
de los iguales, según nos quieren hacer creer, en la que la ley es igual para
todos y donde no hay justicia para algunos porque la vulneran y se la saltan a
pídola, sin que ningún juez o fiscal se alerten y actúen, tenemos la máxima
figura, el máximo símbolo de la nación española, presuntamente cobrando
comisiones indebidamente y, presuntamente, manejando cuentas en el extranjero
como buen patriota, no colaborando con el fisco español, que según las imperfectas
leyes españolas podía hacer lo que quisiera porque su Figura era inviolable. ¡Por
Dios, este que término es!, la ley ha permitido que alguien impuesto por
Franco, por el dictador, tuviese todos los privilegios, a tal punto, que
pudiera hacer lo que le viniera en ganas sin poder ser juzgado por sus posibles
hechos delictivos. ¡Qué clase de políticos traicionan el sentido de la igualdad
y la justicia de esa forma!
El
subvencionado Juan Carlos I, ha vivido como todos en la Casa Real… ¡a cuerpo de
rey!, sin dar ni golpe, sirvientes y empleados de todo tipo que les deben hacer
de todo, supongo que menos el uso del papel higiénico después de haber pasado
por el inodoro. Lo que sí nos ha quedado claro en la memoria colectiva del
pueblo son sus imágenes detrás de la mesa de su despacho, las imágenes de sus
escapadas en moto de extranjis para ver a tal o cual amante, por supuesto sus
fotos con Corinna, las imágenes a bordo del Bribón (un nombre muy adecuado a la
altura del personaje), como no, sus imágenes besando a su gran amigo el rey de
Marruecos, también la de sus reuniones con ese otro grupo de su predilección,
la de los jeques árabes. Para finalizar, ¿quién no recuerda la fabulosa colección
de animales asesinados por el personaje con los cuales solía posar arma en
mano?, y las entradas o salidas de la clínica Ruber tras sus repetidas
operaciones, o como el personaje las llamaba… repaso de chapa y pintura.
Todavía nos
acordamos de la forma tan peculiar de actuar el fiscal en el caso de la Infanta
Cristina, presuntamente clara participe y culpable de los mismos delitos que
llevaron a su marido Urdangarín a la cárcel, aunque esté resultando un encierro
de aquella manera, como dirían los más hippies. Recordamos que el fiscal se
convirtió en abogado defensor de la Infanta, estas cosas solo les pueden
suceder a fiscales con encargos, amistad y comprometidos a devolver favores al
señor feudal… ¡la justicia es igual para todos!, evidentemente dicho en tono
sarcástico e irónico.
Tampoco puedo
borrar de la memoria cómo ciertos partidos, que se llaman a sí mismos
republicanos en el fondo, como el PSOE, se arrodilla una y otra vez a los pies
de la monarquía, impidiendo las comisiones de investigación del personaje que presuntamente
nos ha robado a todos tras el velo de la inviolabilidad que los traidores
políticos de siempre han mantenido en el código penal. Esos que se dicen a sí
mismos republicanos, solo lo hacen para congraciarse con la izquierda, para
parecer de izquierda y republicana, pero les puede la amistad de los monarcas,
les puede la pasada de mano por el hombro, les puede las recompensas
honorificas, como situarse al lado del máximo exponente del patriotismo de
hojalata español. El privilegio de ocupar lugares más exclusivos en momentos
más pomposos o ceremoniosos, les anula el republicanismo que dicen sentir. Les
falta valentía para llevarse por delante a todo aquel que no cumpla con sus
obligaciones, que no es recto, que no es leal al país y a la ciudadanía, que no
ha sido honesto, que nos ha perjudicado, y que se ha llevado dinero a paraísos
fiscales. Les falta valor para encarar a esos tipos que se merecen ser
condenados por lo que hicieron, ¡que son cobardes, ya lo sabemos!
Si el Rey
emérito, el subvencionado Juan Carlos I, lo debió hacer mal y fuera de la ley,
es medianamente palpable, por qué, si no, Felipe, el hijo también
subvencionado, va a renegar de su herencia y le retiró su asignación de la Casa
Real. Pues porque sabe lo que ha hecho su padre, pero, al fin y al cabo es su
padre, y como cualquier hijo lo tiene que proteger, no lo va a arrojar a las
fauces de los leones. Por eso, digo que todos los políticos nos han
traicionado, ¿a qué viene dar esa inviolabilidad al monarca?, ¿para qué vaya
haciendo por ahí lo que le venga en ganas y del modo que quisiera, dentro o
fuera de la ley?, entonces ¿somos o no somos todos iguales ante la ley? Cuántas
veces hemos oído esa falsa de la boca del subvencionado emérito y de su hijo,
cuando ellos sabían que esto era una gran mentira. Los políticos han cometido
delitos que han representado miles de millones de euros y si el sistema no
logra salvarlos de la cárcel o de ser juzgados, les aplican condenas irrisorias
en comparación a sus delitos, ¡cométalos usted, ya verá el chaparrón de años
que le caen! Miles de millones y toda una ristra de delitos de todo tipo a lo
mejor son cuatro o seis años para un político, por ejemplo Rato, y a los dos
días están de permiso por las calles. Un ciudadano humilde roba cualquier
chuminada y le cae, como mínimo, una condena similar o igual que aquel político
citado antes que robó miles de millones. Han hecho el sistema de los corruptos
para los corruptos, que son los que mejor salen parados de la aplicación de las
leyes imperfectas que tenemos, sin olvidarnos del salvoconducto llamado:
prescripción de delitos, y los favores de la judicatura puesta en sus cargos a
dedo, nombrados por los mismos políticos, así que ¡viva la política corrupta!,
que se siente segura con sus amigos los magistrados, que a la primera de cambio
les tienen que devolver el favor de haberlos puesto donde están.
Todo este
revuelo del subvencionado emérito, no sé por qué vuelve a salir ahora a la
palestra, no sé qué viene a cubrir, o por qué ahora nos quieren hacer mirar
hacia allí cuando ha habido tantos años para hacerlo, seguramente, porque
abdicó en 2014 y como aquí no se da puntada sin hilo, pasaron los cinco años…
¡ha prescrito!
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