Vivir hasta el final es lo que
nos queda, y podemos hacerlo bien o mal, cada uno elegimos a cada paso. La
situación actual viene a indicar que en el futuro es muy probable que no estén
aseguradas las pensiones, el sistema va derivando hacia la venta de los planes
de pensiones, o lo que es lo mismo: los bancos y las aseguradoras, que en
muchos casos son los mismos grupos de empresa, quieren hacer suyo el negocio de
la vejez.
Por eso decía al comienzo que no
nos queda más remedio que vivir hasta el final de nuestros días, y como para
ello hay que sufragar gastos diversos: comida, energía, etc., no nos va a
quedar más remedio que seguir trabajando hasta morir con las manos en la masa,
o dicho con un término de los westerns: “con las botas puestas”. Por todo ello,
se hace necesario descubrir esa actividad que nos satisfaga tanto como para
comprometernos con ella hasta el final de nuestros días.
La población actual de jóvenes de
entre 25 y 35 años, que han finalizado sus estudios, en una gran mayoría, está
desempleada, por lo que se me antojan dos cuestiones: ¿A qué edad van a
comenzar a trabajar estas personas con el desastre económico que vive el país?,
y ¿Quiénes van a sufragar las pensiones de los que vamos acercándonos a la edad
de jubilación? Una tercera pregunta que me hago, en este punto, es: ¿A qué edad
podrán jubilarse estos jóvenes de treinta años que todavía no han empezado a
cotizar?
Lo que es evidente es que la
maquinaria social-económica-productiva, está totalmente desajustada por los
motivos que fueren. ¿Hay responsables de haber actuado con imprevisión y por
tanto de haber ocasionado este despropósito?, habrá que preguntarse por la
cantidad de personas que ostentan cargos de responsabilidad, con sueldos
astronómicos, que no han cumplido adecuadamente su función, la propia de su
cargo, y la razón de que estén en el organigrama público que tiene competencias
para dirigir los destinos del país.
Para qué nos sirven tantas
personas que han dilapidado el dinero público, sin que paguen por ello y sin
que devuelvan ni un euro. Una evidencia de que el sistema está blindado a su
imagen y semejanza, es precisamente esta: haber realizado una gestión
gubernamental pésima, haber seguido en el poder o en los tentáculos chupópteros
del mismo, creados para estos casos y para servir de mamandurria a los que se
retiran derrocados por su mala gestión, que son premiados con los retiros
millonarios en cualquiera de las empresas, antes públicas, privatizadas en
condiciones muy ventajosas, para que sirvan a este fin.
Como ciudadano me siento estafado
por un sistema que ayudo a mantener, y del que recibo engaño, estafa, robo y
presiones. El bienestar social y general, se lo han pasado por el forro, así
como los derechos que teníamos los ciudadanos, de los que nos han despojados en
un abrir y cerrar de ojos, sin que aquí haya culpables, todos se justifican,
todos buscan coartadas para explicar lo inexplicable: la dejadez de funciones,
el enriquecimiento brutal de algunos, la fuga de capitales, el blanqueo de
dinero de los que han delinquido mediante una amnistía fiscal, las grandes
sumas en dinero negro, depósitos en Suiza que no tributan en España, los
indultos bochornosos, la no independencia de poderes que mantiene secuestrada a
parte de la cúpula judicial del Estado; y aquí no dimite nadie, ni se ponen a
salario mínimo interprofesional, sino todo lo contrario, se aferran al cargo
como el que se agarra a un clavo ardiendo porque comprende que es la única
salida posible para sus intereses egoístas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario