Es curioso que
Esperanza Aguirre esté rodeada de charcos por todos lados y no se moje los
zapatos. No solo están en la cárcel las personas de su confianza, las nombradas
por ella y con los que se ha llevado años haciendo política, metidos todos
ellos en los mismos temas; sino que a pesar de esto y de ser ella su
responsable, sigue paseando a su perro pecas por las calles de Madrid.
Surge otro
nuevo agravio contra el colectivo de funcionarios y empleados públicos. Un
agravio provocado por el PP, por la Comunidad de Madrid, en tiempos de
Esperanza Aguirre y, por supuesto, ya podemos “sospechar” que ella tampoco tuvo
nada que ver. Me refiero a la orden del Gobierno central de congelar la paga
extra de 2012 a todos los funcionarios y empleados públicos españoles. Así ha
sido en todo el territorio nacional excepto en IFEMA, una empresa pública
madrileña, gestionada directamente por el Ayuntamiento de Madrid, a quien rendía
cuentas. Los altos cargos de IFEMA, todos ellos políticos, con sueldos
superiores al Presidente del Gobierno, no se privaron de su paga extra en 2012,
como si tuvieron que privarse el resto de los funcionarios y empleados públicos
en España. Si no se privaron de la del 2012, tenemos que pensar que también
cobraron la de los años siguientes. O sea, que los recortes son para los demás,
excepto para esos políticos que pueden desobedecer los decretos del Gobierno,
sin que les suceda nada.
IFEMA es un
lugar de excepción jurídica, lo que se dicte para el resto de los españoles, a
ellos no les afecta, como han demostrado incumpliendo las ordenes del Gobierno
español. La inmoralidad ha sido vender que estábamos muy mal, que todos
debíamos sacrificarnos, en especial, para dar ejemplo, los funcionarios y
empleados públicos; y, que sin embargo, los políticos acomodados, parásitos
dentro de la empresa pública IFEMA, no se hayan aplicado las mismas medidas de
austeridad que suponen los recortes y la congelación de sueldos y de pagas
extraordinarias.
¡Que nadie se
confunda!, esto sucedía cuando Ana Botella era alcaldesa y Esperanza Aguirre
responsable de la Comunidad de Madrid. Una vez más, la gente del PP actúa al
margen de la ley que rige en el país y se quedan tan panchas. Una vez más gente
que es millonaria, porque de eso hablan sus sueldos desorbitados, no tiene
pudor alguno en dictar normas para que las cumplan otros. No tienen vergüenza cuando
obligan que se hagan recortes en sueldos de mil euros de los empleados públicos,
o les niegan las pagas extras, y ellos no se dignan en dar ejemplo alguno.
No es que sean
casta, que ya se revolvían contra este generoso término, sino que son
verdaderos delincuentes, pero no delincuentes aislados, son una banda desarmada
al mando de las Instituciones, como nos demuestra la gente del PP. Parece que
se hubieran puesto de acuerdo para hacer el butrón del siglo. No dejan de
aparecer gente implicada en uno u otro caso de corrupción. En cualquier país
serio ya haría años que no se les vería el pelo a ninguno del PP. Se habrían
exiliado o estarían entre rejas.
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