Ayer domingo
se celebraron las elecciones griegas y, de nuevo, las ganó Alexis Tsipras. El
pueblo le volvió a dar su apoyo, aunque no llegó a conseguir la mayoría
absoluta. A pesar de toda la prensa que se la ha hecho a Alexis, y de todo el
oportunismo político que nuestros representantes han realizado, el pueblo
griego reconoce la labor hecha por Tsipras, así como su honestidad, primero
dimitiendo y en segundo lugar sometiéndose a unas nuevas elecciones. No todos
los políticos muestran a las claras, que no están agarrados al cargo como ha
hecho Alexis Tsipras.
Son muchas las
voces que han tachado de populismo la labor de Tsipras, ¿qué tienen que decir
ahora? El pueblo está con él y con su forma de dirigir o gobernar, como lo ha
demostrado en los resultados de los comicios. Son muchos los que han
aprovechado el momento para arrimar harina a su costal, cuando hacían
responsable a las políticas de Syriza de la debacle del pueblo griego. Una
debacle por todos conocida y propiciada por los treinta de años de gobierno de
Pasok y Nueva Democracia, que son los socialistas y la derecha griega.
A la gente ya
no se le engaña así como así. La gente reconoce lo que hacen y lo que dicen
unos y otros. La gente valora la honestidad de los actos de los buenos
dirigentes, los que no tratan de engañar a los ciudadanos, aunque haya muchas
voces detractoras, que tratan de desmerecer a los que no piensan como ellos.
Criticar en los medios es barato, digamos que gratuito, y los que no tienen
nada mejor que ofrecer a un pueblo, son los que más uso hacen de la crítica. Es
una forma de tapar sus carencias y la falta de objetivos; ¡total!, ya todo lo
que han de hacer les viene impuesto por Europa.
La verdad de
Grecia es que los gobiernos anteriores al de Tsipras les ha llevado al abismo,
al caos y a la bancarrota. Grecia está endeudada, pero a tal nivel, que es
imposible devolver toda la deuda adquirida e impuesta. No dudo que Tsipras, en
un futuro cercano, tendrá algo que decir sobre la reestructuración de la deuda,
precisamente, por ser imposible su devolución. Estoy seguro de que su hoja de
ruta inmediata es ponerse a estudiar sobre este punto, que es el que está
ahogando a Grecia. Ya sé que esto no gusta a los inversores que llegan a los
países, ponen el dinero y los endeudan por encima de sus posibilidades, pero es
que hay que respirar para seguir viviendo, en esto estarán todos ustedes de
acuerdo.
Los resultados
de las elecciones tampoco habrán caído bien en el seno de los mercados y la UE,
pero es lo que hay. La democracia tiene estas cosas, que se presentan varios
partidos con programas diferentes, y la gente los vota. Unos partidos están más
cerca de los bancos, a los que le deben mucho dinero, y otros están más cerca
de los ciudadanos, desean trabajar para el bienestar de estos, no para el de
los grupos inversores, bancos o multinacionales. ¿Son populistas por actuar
así?, pues ¡no!, están más cerca de las necesidades de la gente, les importa
más la gente y menos los poderosos que vienen a hacer negocio con las miserias
de un país.
Espero que
Tsipras maneje la situación con inteligencia y, sobretodo, sin dejar de mirar
los intereses del pueblo griego, sin apartarse de sus ciudadanos. Que no se
deje intimidar y que lleve a buen fin a su país.
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