La infamia del PP no tiene
límites, ahora proponen para el nombramiento de Presidente de la Comisión de exteriores
al ya reprobado exministro, Jorge Fernández Díaz. ¡Qué poca vergüenza!, cómo se
les ocurre proponer al Ministro reprobado por toda la Cámara, por su conducta y
malas artes contra los adversarios políticos, haciendo uso de su cargo en el
Gobierno, para inmiscuirse en asuntos de partidos. El Ministro que fue grabado
mientras proponía asuntos nada claros contra ciertos políticos, conspirando
contra ellos para hundirles políticamente, al tiempo que urdía planes con el
Jefe de la oficina antifraude catalana, o se mofaba de haber sido el autor de
haberse cargado el sistema sanitario catalán; es propuesto por el Gobierno de
pillos para ocupar otro cargo.
Además de esta incesante búsqueda
de puestos de trabajo para los que se desligan del Gobierno, como ya trataron
con el Ministro Soria y, en estos momentos, pretenden con el exministro de
interior; hay un asunto que no es menor, me refiero a las declaraciones
realizadas por el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, que ha
aireado haciendo chantaje a los demás grupos, que no deberían oponerse a la
persona que proponen, puesto que eso ya lo tenían pactado antes. ¿Cómo que se
venden cosas sucias a nuestras espaldas? Los políticos siguen siendo los
desvergonzados de siempre, utilizando el poder entregado por el voto de la
ciudadanía para traicionarnos. Espero que todo esto se acabe cuanto antes.
Deseo que toda esta patraña institucional se esfume para siempre. Quiero que
llegue un tiempo de verdades y acciones provechosas y útiles para la
ciudadanía. No pueden seguir por más tiempo haciendo este teatrillo de: nos
tiramos los platos a la cabeza, en aparente pugna ante las cámaras por defender
ideales diferentes, pero por detrás nos cagamos en los ideales, pasamos de la
gente sumando poder para nuestros partidos, llevándonoslo calentito y pactando
cosas que nuestros votantes jamás aprobarían. Esto es una burla a la población
española.
Hay que articular la manera de
poner fin a este desastre público. Hay que expulsar a estos caraduras e
indeseables de los escaños, de los despachos de las empresas públicas, del
Gobierno y de todos los departamentos de la Administración. No podemos ni
debemos seguir manteniendo a esta partida de parásitos, gente que cambia de
camisa con tanta facilidad y personas incoherentes que no tienen palabra. Gente
sin escrúpulos, que no respetan y no tienen principios. Políticos deshonestos
en muchos casos, ineptos e ineficaces, en otros.
No vale solo lo que dicen los
ciudadanos a través de sus representantes cuando la medida a tomar interesa a
los grupos de poder, ha de servir del mismo modo cuando toda una Cámara ha
reprobado a un señor por no tener el comportamiento deseable para la función
pública. En ese caso, esa reprobación por casi la totalidad de la Cámara,
también es la acción de los representantes de la ciudadanía, o sea, una gran
parte de la población española ha dicho que el Sr. Fernández Díaz no es
recomendable ni apto para gestionar nada que pueda afectar al bien público… no
le queremos, y si no le queremos, deseamos apartarlo definitivamente de la
Administración… que se dedique al sector privado, del que todos hacen gala
cuando dicen que en él ganarían más… pues que se busque la vida, ¡No más
enchufados!, ¡No queremos dar de comer a inservibles para la función pública!,
¿cómo hay que decirlo para que tengan un poco de vergüenza los del Gobierno de España?
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