Acabo de dar un paseo con un
amigo y me he encontrado con unos vecinos que han estado viviendo en EEUU
varios años, estaba deseando verles para preguntarles si allí también dedicaban
tanto tiempo los informativos a España cuando está de elecciones, o si abrían
los espacios con dicha información. Evidentemente, España no es tan importante
para EEUU, como parece EEUU lo es para España. Definitivamente, se confirmaba
lo que para mí era lógico, y de lo que escribí hace unos días. Hoy, con
propiedad, puedo decir que nuestros medios de comunicación son unos babosos o
están patrocinados por cadenas o grupos mediáticos americanos.
De seguida, la conversación
derivó hacia la crisis, de la que siempre he culpado a ciertos grupos
inversores extranjeros, más bien americanos, y al emporio bancario mundial, que
en su afán especulador la cagaron con las inversiones que hicieron con todo
aquello de las hipotecas basuras, que ustedes conocen. De nuevo, estas personas
con las que charlaba no tardaron en apostillar que los responsables de la
crisis éramos todos. Eso me volvió a sonar a la retahíla que contaban en
televisión, para culparnos, y puedo comprobar que en algunos ha arraigado la
idea. Me maravillo de la facilidad con que ciertas semillas informativas enraízan
en la gente. Las lanzan y siempre pillan a un gran sector de la población a los
que debe coger distraído o algo así. Pregunto: ¿Cómo que todos somos
responsables?, yo solo me dediqué a levantarme temprano para ir a trabajar. La
respuesta que obtuve es que muchas personas habían pedido créditos que no
habían podido pagar, ¿y qué? Son transacciones entre particulares y entidades
privadas, ¿qué tiene que ver eso con el cuento que nos han contado? Hace falta
que la gente se deje de ver malas noticias, o al menos que paren y reflexionen
lo que escuchan. Que apliquen un poco de sentido común. Los bancos y los grupos
inversores se han engañado los unos a los otros, se han vendido mierda como si
fuera un negocio súper rentable y la cagaron. Se hundían tras pincharse la
burbuja inmobiliaria, habían concedido demasiados créditos con dineros de las
gentes ahorradoras, que lo tenían depositado en las entidades bancarias; ni los
promotores de viviendas podían pagar, ni muchos particulares podían hacerles
frente. ¡Nos han engañado!, así de simple.
Al final, tras hacernos los
responsables, nos hacen ver que si no se les da nuestro dinero a los bancos,
los ahorradores pierden su dinero depositado… nos vuelven a engañar, al tiempo
que protegen a los que más tienen… como hacen siempre. ¡Qué poco nos valoramos
y con qué facilidad nos responsabilizamos de lo que los demás hacen mal!, somos
débiles y frágiles, además de miedosos y cobardes. Hacen con nosotros lo que
quieren, somos como ratones en el laberinto, nos abren las compuertas que
quieren para que podamos transitar los pasillos que conviene a esa clase
bestialmente desaprensiva. ¿Recuerdan ustedes a esos empresarios chorizos, hoy
en la cárcel, que se han jactado de decir que teníamos que ser más
competitivos, trabajando más y ganando menos? Otra mentira de los últimos
tiempos. Un trabajador en Suiza cobra tres veces el salario de un español,
¿tenemos que deducir que con esos salarios tan altos son poco competitivos los
suizos?, ¿por qué vuelven a culpabilizarnos de la ineptitud y la corrupción de
nuestros gobernantes? Hemos quedado para ser contenedores de toda la basura que
nos quieran echar encima, y no se acabará esto hasta que reaccionemos. Somos
demasiados dóciles para estar dirigidos por tontos y por lobos.
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