Trump y Kim Jong-Un, dos locos
muy locos, que desprecian las vidas de las personas que nada tienen que ver con
los que ostentan el poder en cada uno de sus países, o sea, ellos y sus
gobiernos más todos los que desde la sombra deciden. Todos están para ingresar
en un manicomio, si quieren como la palabra es muy antigua, de cuando yo era un
niño, la cambiaremos por: psiquiátrico, con p delante para que resulte más snob
o distinguido. El caso es que uno y otro son dos fanfarrones de tomo y lomo,
deseosos de amenazarse, tratando de pronunciar la advertencia más fuerte o
malsonante, dirigida hacía el país del otro.
Muchos nos preguntaremos por qué
existe esta contienda entre EEUU y Corea del Norte, y todo parece partir del
acuerdo entre EEUU y Corea del Sur y de las maniobras militares conjuntas que
realizan. Como Corea del Norte lleva en conflicto con Corea del Sur desde los
años 50’s, Corea del Norte piensa que esas maniobras son una pantalla para
preparar un ataque contra ella, que es por lo que Kim Jong-Un no deja de lanzar
ultimátum y provocaciones contra EEUU. Como vemos es una estupidez, porque
corresponde a una interpretación de los hechos y no a consecuencias directas de
algo que esté sucediendo… es miedo, y está haciendo valer, como si fuera un
buen jugador de ajedrez, el dicho: la mejor defensa es un ataque.
Al mismo tiempo que todo esto
sucede y se cruzan los improperios en ambas direcciones, al mundo se le encoge
el ombligo, tiembla ante el espanto de una guerra nuclear y sus consecuencias,
algo en lo que no parece estar pensando ninguno de los líderes, ni Trump, ni
Kim Jong-Un. Porque si eso llegara a ocurrir, como en las contadas ocasiones
que ha sucedido: Hiroshima, Nagasaki, accidente de Fukushima o Chernobil, no es
solo los daños directos, la devastación producida, la muerte, las graves enfermedades
cancerígenas, malformaciones genéticas, etc., sino el área de alcance que
llegaría a cubrir el aire de todo el mundo, pues la dispersión de material
radioactivo sería inevitable, como ha sucedido en los casos antes citado. La
radioactividad en el mundo se incrementaría con todas las negativas
repercusiones que todos sabemos y cantidad de ciudades serían inhabitables
durante cantidad de años, pues la onda expansiva les alcanzaría y la huella de
la radioactividad perduraría en ellas; ¿es esto lo que quieren y persiguen
estos insensatos?
Así que estos individuos andan
metidos en la riña de quién es capaz de pulsar el botón rojo primero, y en el
tamaño de la bomba que enviaría al país del otro. De momento, con la palabra,
cada uno trata de intimidar un poco más al contrario, que si de EEUU no va a
quedar nada, que si a Corea la va a convertir en una gran bola de fuego, y
algunos horrores más que han proferido cada uno de ellos. Mientras tanto la ONU
no pone orden ni les manda, como niños traviesos, al rincón, vueltos de espalda
a la clase, con los brazos en cruz y con seis libros en cada mano… así hasta
que prometan ser niños buenos.
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