Las leyes incompletas que los
cuarenta años de aparente democracia nos han dejado, son como bien digo,
incompletas. Quiero decir que dejan a propósito grietas por las que burlar a la
justicia, por las que escapar del castigo y consecuencias de los actos delictivos
de algunos, en especial, de aquellos que contribuyeron y contribuyen a que las
leyes sigan como están y como son: defectuosas. Ninguno de los gobiernos que
hemos tenido ha taponado los laberintos para escapar de la justicia, se han
dedicado a acrecentar la presunción de inocencia de los delincuentes, porque a
estas personas hay que cuidarlas y de sus hechos hay que hablar de presuntos,
como si tuvieran la posibilidad de no haber sido cometidos o que ellos no
fueran los autores; así que se coge con las manos en la masa a cantidad de
políticos, pero tenemos la obligación de hablar de presuntos delincuentes, de
presuntos actos delictivos, etc., al mismo tiempo, todos los de su partido le
arropan, creen en su inocencia y ninguno de ellos suele saber nada, nadie ha
visto el nivel de vida que llevaba el sospechoso y todos le apoyan. Eso es así
hasta que son condenados unos tras otros, aunque sus condenas sean, más o
menos, de risa. Algunos quieren
conformar a la sociedad diciendo que ya han sido expulsados del partido,
algo que a la ciudadanía no nos importa lo más mínimo. Nosotros queremos que
devuelvan lo robado o defraudado al fisco en primer lugar, tras ello, y
dependiendo del alcance de los hechos que tengan condenas ejemplares porque han
traicionado la confianza de todos. Tienen buenos sueldos, están bien mirados y
nada justifica que nos saqueen como lo están haciendo. Pero volviendo a las
leyes imperfectas, el acta sigue siendo del Diputado y, aunque ladrón, sigue
comiendo de lo público, si elige continuar en política pasa al grupo mixto y
aquí no ha pasado nada. ¿Cómo va a seguir comiendo de todos nosotros un señor
que nos ha robado o ha defraudado o, sencillamente, es un corrupto? Otros
eligen retornar a su puesto de funcionario público porque la ley se lo permite,
¿ven?, estos aspectos son los que cuarenta años de supuesta democracia y
conveniencia no han corregido. El que es un corrupto y ha robado, blanqueado
dinero, etc., tiene que irse a su casa después de pasar una buena temporada en
la cárcel y haber recobrado la libertad una vez haya devuelto hasta el último
céntimo de lo robado o defraudado, y esto no lo indica la ley actual hecha por la
mafia gobernante.
Otro aspecto que se mantiene con
el tiempo para favorecer a los burladores de la justicia, es la prescripción de
los delitos. El que comete un delito es un delincuente hoy y cuando sea
descubierto, porque delincuente es el que comete un delito, no hay más. Si
tiene la mala suerte de que te pillan a los diez años, la pagas. Que has
rehecho tu vida, que no has vuelto a delinquir, quizá te libre de la cárcel
para no romperte la vida, pero el valor de lo robado o defraudado sí lo tienes
que ingresar al erario público o se te embargan todas las propiedades, cuentas
bancarias y parte del sueldo si con ello no fuera suficiente para cancelar tu
deuda… ir en serio con la ley es fácil.
Otra, la ley permite que todo el
Parlamento se pueda manifestar sobre la gestión de tal o cual Ministro,
pudiendo ser reprobado. Al mismo tiempo, la ley defectuosa solo concede el
privilegio de expulsar al Ministro reprobado al Presidente del Gobierno, ¿por
qué?... otra grieta, nadie quiere a ese Ministro, no se considera sea la
persona idónea para el cargo, pero como le nombró el Presidente del Gobierno,
tiene que ser este el que le expulse, a pesar de que el resto de la Cámara
salvo el partido del Gobierno, no le quiere, ¿esto es democrático?, yo creo que
no. Tampoco lo es que el Gobierno se otorgue la legitimidad para emplear el
dinero de todos en lo que a ellos les parezca sin consultarnos, aunque no sean
cantidades asignadas por presupuesto, hablo del rescate a los bancos, hablo de
no exigirles su devolución, hablo de no emprender acciones judiciales y penales
contra ellos por no devolvernos lo que es nuestro. Hablo de dar nuestros
dineros a las empresas explotadoras de las autopistas, a pesar de que la Sra.
Ana Pastor, cuando fue Ministra de Fomento nos engañó a todos, diciendo que el
rescate de las autopistas no nos iba a costar ni un euro a los españoles… dijo
la verdad, no nos iba a costar ni un euro, sino dos mil quinientos millones de
euros. La ley permite que el político prometa lo que no hace y no suceda nada,
permite también que el propio Gobierno mueva dinero negro y no suceda nada a
nadie. La ley permite que el Presidente del Gobierno sea citado en la Audiencia
Nacional en calidad de testigo, mienta, sea ayudado por el presidente del
tribunal, y a nadie le ocurra nada. La ley permitió hacer la pirueta de la
Doctrina Botín, sacarse de la manga un as improvisado y sobre la marcha, para
librar a un delincuente, el Sr. Botín, que en aquel momento había defraudado a
Hacienda, nada menos, con dos mil millones de euros… su amigo el banquero,
amigo de los que gobiernan quedó libre. No podemos seguir manteniendo unas
leyes que dejan libre a delincuentes probados. No podemos seguir teniendo leyes
que protegen a los cacos como todos aquellos que fueron bendecidos por traer
sus dineros negros, defraudados al fisco, por la gracia divina de la amnistía
anticonstitucional de Montoro. No podemos seguir con una ley que una vez
probado que un Ministro hace cosas ilegales y contrarias a la Constitución, a
nuestra carta magna, se queda en su sillón porque dice que tiene mucho trabajo
y que por eso no se iba ni dimitía, amparado por un Presidente que no tiene
vergüenza, pues de respetar las leyes y de ser un hecho tan flagrante, le
hubiera puesto de patitas en la calle, pero son profesionales de la política,
tienen una intención bastante clara… sus negocios, enriquecerse y hacen piña
para mantenerse en los puestos. Son charlatanes, delincuentes y corruptos, por eso
mantienen la ley como está con todas esas grietas que son sus salvoconductos.
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