Cómo describir a este mundo de
hormigas anárquicas que no se reconocen entre sí, que pelean todo el día por
los supuestos mismos objetivos, a los que cada cual denomina como mejor le
parece. Solo las palabras marcan las diferencias entre la armonía y, la riña
constante que nos distancia. Somos iguales pero muchos lo ignoran, viendo en el
otro a un competidor que solo vive para sí y los suyos. Esos círculos pequeños…
peor aún, creer tener esa pertenencia a ellos, es lo que excluye al resto. En
la exclusión vive el odio, el rencor, el temor y el desamor. No podemos seguir
viviendo de esa forma que ningún bien nos hace… los demás son nuestros hermanos,
debemos tener conciencia de los demás, porque ellos son también nuestra
familia.
Si todos no podemos disfrutar de
cuanto existe, entonces, debemos aprender a vivir sin esas cosas que solo se
pueden permitir ciertas personas, porque una parte de la sociedad está produciéndolas
para generar distanciamiento entre las personas. Nada que incida en el
alejamiento y la fragmentación del conjunto humano, debiera poderse
desarrollar, teniendo en cuenta que se desarrolla consumiendo parte de nuestras
energías. Solo nosotros hacemos que las cosas tengan éxito cuando les prestamos
atención, cuando las deseamos, cuando las consumimos, cuando las compramos,
cuando las hacemos ser cosas necesarias… tenemos ese don y no lo sabemos
utilizar en nuestro bien como humanidad.
El principio de educación es
básico e imprescindible para que exista el respeto en las relaciones, para que
sea más fácil vivir en sociedad, para que podamos convivir sin causar molestias
a los demás, sin hacer daño a otros, sin asesinar a nadie, etc. Cómo creen que
se podrá poner fin a la violencia de género, si no es a través de la educación.
Ya pueden hacer todas las leyes que quieran, que los odios no se remedian con
papeles escritos que dicten los comportamientos. Ya están escritos y descritos
los comportamientos, pero la gente se los salta. La gente burla las leyes, los
mismos gobernantes se las saltan en lugar de dar ejemplo. La gente roba, la
gente asesina, la gente golpea a sus semejantes, les insulta, lo hace como si
los otros fueran cubos de basura donde verter toda la rabia, la frustración,
sus miedos, todo su odio y su ira. Hace falta mucha más educación y civismo
para llegar a comprender a los demás y respetarles. Hay que saber pedir perdón,
mejor aún, saber rectificar, mejor aún, controlarse para no ofender y no
molestar a los demás. Nos falta un buen trecho para ello.
¿Se levantan los que dirigen
esto, pensando en la manera de hacer que todos, a ser posible, logremos ser
mejores, vivir mejor y ser más felices? ¿Lo harán pensando en los tratos que
tienen entre manos para ascender, que se les reconozca más, ganen más dinero,
etc.? Ustedes mismos, lo dejo a vuestro criterio, ustedes sabrán por qué la
humanidad está como está, razonen, lleguen a sus propias conclusiones y traten
de poner su granito de arena… lo pueden hacer en cada uno de sus actos, siendo
cada vez más impecables.
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