La política no puede seguir siendo
un motivo de preocupación para la ciudadanía. La población tiene contratada a
unas personas y si su trabajo no va en la línea esperada por ella, han de ir a
la calle, no pueden seguir manejando los dineros públicos, no pueden seguir
tomando decisiones que no nos satisfagan o que nos perjudiquen. Esa minoría no
puede escoger la forma de vida a la que nos debemos someter. Esa minoría no
puede dictar leyes que vayan en nuestra contra. Hay que hacer la revolución del
ser humano por el ser humano. Hay que transformarse para exigir una
transformación, no debemos conformarnos porque le hayan dado el nombre de
sistema democrático cuando no lo es. La democracia no puede tapar la boca de la
gente sino todo lo contrario, ha de permitir que hable la gente y que la gente
tenga el poder de decisión. Los políticos deben trabajar para hacer posible lo
que la población requiere, manifiesta y desea. Los políticos no han de tener
ningún poder sobre nosotros, solo han de ser colaboradores activos que
coordinen fuerzas que hagan posible el fin previsto y aprobado por la gente.
Hay dos problemas, desde mi punto
de vista, leyes con lagunas que están ahí a exprofeso para permitir un grado
alto de impunidad a ciertas personas, y ausencia de independencia en la
justicia para actuar contra delincuentes sean del color que sean, ocupen el
cargo que ocupen. Si esto fuera así en España, los Gobiernos que hemos tenido
hubieran sido castigados, expulsados de la función pública y, encarcelados al
poco tiempo de comenzar a gobernar; porque todos han incurrido en graves
actuaciones al margen de la ley y con graves repercusiones para los intereses
de la ciudadanía. Todos han vendido parte de nuestros recursos a sus amigos. Todos
han estado fuera de la ley, se la han saltado, nos han robado y traicionado de
una u otra manera. A todos los gobiernos los hubieran inhabilitado más pronto
que tarde.
No tenemos quien nos proteja, se
están sirviendo de nosotros, de nuestra imposibilidad para interactuar
directamente en la vida política. Se erigen en nuestros representantes y, lo
hagan bien o lo hagan mal, los tenemos que aguantar cuatro años; no tenemos
mecanismos para romper el ciclo cuatrienal, nos han despojado de poder real
para incidir en la vida política e imponer nuestras condiciones. Nosotros
pagamos… nosotros queremos decidir. Eso se aproxima más a una democracia real,
me niego a que sigamos ignorados y ninguneados. El poder ha de ser del pueblo,
de las personas, de la ciudadanía. Se nos debe consultar todo, hoy en día es
muy fácil con los sistemas informáticos, con Internet. La ciudadanía puede
responder, puede opinar, puede decidir, qué es lo que queremos porque somos los
que mantenemos todo el sistema en pie. Nada funciona sin nuestro dinero, el que
aportamos entre todos, pero estamos hartos que los políticos lo derrochen, lo
malversen o lo roben.
No hace falta que el Gobierno
pague a una empresa para que haga el recuento de opiniones de la gente, porque
no queremos que sigan saliendo los resultados que interesen al Gobierno. Hay
350 Diputados para que hagan el recuento, para que velen por la legalidad y las
garantías de las consultas a la gente, así como por sus resultados. Nada de
informáticos mafiosos, manipulando los datos, ¿OK?
No hay comentarios:
Publicar un comentario