En verdad, si tuviéramos un
Gobierno justo para todos los españoles, que a todos nos tratara por igual, que
a todos nos proporcionara los mismos derechos y obligaciones, el mismo
bienestar, y se preocupara de que cada día existieran menos problemas y el país
progresara más y más; si eso fuese así, no necesitaríamos las autonomías…
diecisiete gobiernos, duplicación de todo, mantener a tantos políticos, hacer
un gasto tan enorme… no haría falta. Ni a andaluces, ni a madrileños, ni a manchegos,
ni a vascos, ni a valencianos, ni a murcianos, ni a gallegos, ni a leoneses, ni
a extremeños, ni a navarros, ni a vascos, ni a canarios, ni a los de las islas
Baleares; a ninguno de los habitantes de las diecisiete regiones en las que se
divide el territorio español, les hace falta que alimentemos a tantos políticos
y que todo se duplique hasta tener un gobierno en cada región.
Para que no se mal entienda, yo
no propongo una dictadura, un ordeno y mando ni nada por el estilo, hablo de
tener un gobierno digno de gente honesta, con vocación de servicio al pueblo y
no a sus negocios privados, solventando los problemas de la gente, procurando
el bienestar de todos sin dejar a nadie detrás, reduciendo el número de
parados, aumentando el trabajo digno con salarios, igualmente, dignos y
haciendo progresar al país en todos los ámbitos. Si tuviéramos un gobierno así,
que respete a la gente y trabaje por ella, todo lo demás sobra. Esto es un
invento político, de mal político, de político chusquero porque son muchos los
que llevan años sirviendo a sus partidos y hay que buscar la forma de darles
trabajo. Hay que mantener diputaciones, senado y autonomías, que dan trabajo a
miles de políticos, que han trabajado para sus respectivos partidos, muchos de
ellos desde jovencitos, no han trabajado nunca en nada que no sea ayudar en el
partido y éste tiene un compromiso con esos jóvenes que tanta ayuda han
prestado. Los políticos han sabido confeccionar un sistema blindado de
oportunidades y privilegios para ellos, al menos los que hemos tenido hasta
ahora, por eso no se quiere oír las voces discordantes con el sistema… les
llaman anti sistemas, vienen del 15M, no de servir a partidos desde la
adolescencia, no están adoctrinados, no se someten con facilidad, son rebeldes
en el tono y en las formas. Les critican por eso, pero de la ética del traje
reglamentario, la gomina y el pelito corto ya estamos hartos, porque con ese
uniforme ya tenemos y alimentamos a demasiados corruptos y ladrones.
Estos otros políticos procedentes
del 15M dan voz al pueblo en las instituciones y, a eso los viejos chusqueros
le llaman hacer populismo, ¿saben por qué?, porque los viejos del lugar no
quieren escuchar las protestas, las exigencias y las críticas que hace la
ciudadanía, pero las están teniendo que escuchar, porque hay gente de la nueva
hornada que se las dice a la cara. Ellos quieren que expresarse como lo
haríamos la ciudadanía, en el sentido de referir las mismas cosas que nosotros
estamos hartos de comentar entre nosotros, se considere una falta al decoro. No
quieren que se les diga verdades a la cara, prefieren su régimen de oscuridad,
traición y corrupción, pero mientras una buena parte de la ciudadanía
reivindique, tendrá políticos que van a seguir exigiendo lo que los políticos “domesticados”
por el sistema corrupto, no se atreven a reclamar. La desgracia de los viejos
del lugar es que esta nueva fuerza política va a seguir teniendo apoyo mientras
nos defienda a nosotros y no, como hacen los viejos, a empresarios, banqueros o
inversores. España es diferente, pero no puede seguir siendo un paraíso fiscal
de tapadillo (Amnistías fiscales anti constitucionales), ni una cueva de
ladrones gobernada por sus amigos los corruptos.
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