Hablar de todo lo que las
autoridades de este país han hecho en contra de los intereses de la ciudadanía
es interminable, cada día surgen nuevas informaciones que inculpan a alguien
que ha ostentado un puesto de poder o, que lo ocupa todavía. Los dirigentes
parecen estar podridos, sálvese el que pueda, tienen mentes avariciosas y
codiciosas, por eso se meten en los fregados que se meten. De lo contrario,
tratarían de cumplir, lo mejor que pudieran y sus capacidades les permitieran,
con la obligación de servir al pueblo de un modo justo y honesto, que es lo se
echa de menos hoy. Pero esto no crean que surgió hace cuatro días, esto viene
sucediendo toda la vida, pero no por ello debemos aceptarlo ni permitirlo;
debemos exigir a las autoridades, pedirles responsabilidades de sus actos y
mandarlos al banquillo de los acusados cuantas veces fueran necesarias.
Ya hemos visto que nuestros
gobernantes tienen la costumbre de estar del lado de los empresarios que les
pasan pasta bajo cuerda, como coloquialmente se dice, o del lado de los
banqueros con los que traman chanchullos que acaban perdonándoles los préstamos
a los partidos políticos que han gobernado, ¿por qué será?, ¿qué consiguen los
banqueros a cambio de las condonaciones de las deudas a los partidos? Creo que
les permiten gobernar desde la sombra. Están construyendo la sociedad que interesa
a grandes empresarios, banqueros y a ciertos políticos, pero nosotros queremos
vivir en una sociedad creada por nosotros. La ciudadanía tiene que estar
directamente implicada en proyectar la sociedad que quiere, después de todo,
somos nosotros los que pagamos toda la “fiesta”. No damos dinero para que
algunos se lo lleven y no lo empleen en servicios públicos o en mejorar nuestro
nivel de vida. Pagamos para que haya futuro, progreso, industrias, trabajo para
todos, para tener unas óptimas condiciones de vida en todos los aspectos: mejor
sanidad, mejor educación, más seguridad, mejor justicia, más avanzada
investigación, etc. No pagamos para que nos traicionen, nos roben, se lleven
los dineros a paraísos fiscales, ni para que algunos no puedan vivir mientras
otros se enriquecen a nuestra costa. No pagamos para que se incremente la
pobreza en la población, ni para que nuestros mayores tengan miedo a dejar de
percibir sus pensiones. No pagamos para que unos indecentes en el gobierno se
dediquen a vender empresas públicas rentables a inversores privados, para que
hagan negocio y pagar más caros los servicios antes públicos.
Como estamos viendo, sobra gente
inmoral, golfa e indecente en los estamentos de poder del país, no solo en el
Gobierno central sino también en los autonómicos. Estamos pagando a cantidad de
gente que se está aprovechando de tener un trabajo bien remunerado para
fastidiarnos la vida, porque parece que no saben o no quieren hacer algo mejor
para todos. Son insolidarios, egoístas y traidores, porque teniéndolo todo para
crecer como sociedad haciendo buenas políticas, se valen de su situación para
favorecer a sus partidos, a sus familiares que los meten en las empresas
públicas a dedo, a sus amigos a los que les dan adjudicaciones saltándose los
conductos legales para concursar, tanto para conseguir empleo público como para
licitar obras o servicios.
Una vez más, nos damos cuenta de
que los que nos gobiernan no valen, no están a la altura, tienen que ir a la
calle. Ahora el Gobierno está en minoría y sigue jugando con nosotros porque el
primer partido de la oposición, habría que llamarle el primer partido de la
cooperación… se ha convertido en el cooperador necesario para que el Gobierno
siga maltratando a la población española. Yo no podría vivir si la prensa y las
redes sociales dijeran de mí, lo que dicen de los que nos gobiernan, pero,
claro, yo creo que soy una persona decente y ellos no lo son.
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