Dicho así, tal como menciono en el título, tal vez algunas personas no lo entiendan, pero si les recuerdo cómo Aznar nos metió en la guerra de Irak estando en contra la población española, ya comenzarán a comprender por dónde voy. Sánchez por su cuenta y riesgo, sin consultar a nadie, como suele hacer las cosas últimamente, se ha citado con Zelenski para firmar un acuerdo de apoyo a Ucrania hasta que finalice la guerra, ¿Quién es este hombre para que comprometa la seguridad de todos los españoles en una guerra que ni nos va ni nos viene? Ni Ucrania es de la OTAN, ni es un miembro de la UE, sigo sin entender nada de nada.
El caso es que poco se diferencia lo que va a hacer Sánchez de lo que hizo Aznar, tal para cuál, actuar con total desconsideración hacia los españoles, movido por presión americana, seguramente, por cobardía y con obediencia ciega y hasta demencial, porque no podemos perder de vista que ponerse del lado de uno de los contendientes es entrar en la guerra gratuitamente y exponer su territorio y la vida de sus habitantes, ¿se ha vuelto loco, o qué?
España ya tiene demasiados problemas sin resolver, ya está bastante podrida, ya tiene suficiente con intentar arreglar el Estado mafioso y corrupto en el que se ha convertido, como para meterse en follones de este tipo. Los partidos principales de los años transcurridos desde la muerte de Franco, tienen un bagaje tan extenso de casos de corrupción, y han ocasionado tal agujero en la economía española, han robado tanto, que han dejado la economía como está, bajo mínimos y endeudada. Con un panorama laboral, sobre todo para los jóvenes, que deja mucho que desear, y viene el Presidente con gilipolladas como la de involucrarnos en una guerra. Hay un secuestro de la justicia impresionante por parte de los políticos, que impide que se pueda juzgar a los delincuentes de la casta política. Aquí nadie exige la devolución de lo robado de dinero público, y hablamos de muchos miles de millones de euros, y lo que impera es una dictadura disfrazada de democracia, porque ir a votar con una ley injusta cada cuatro años, y desvirtuar sus resultados con los pactos que apetece a los políticos, no es democracia, tampoco lo es que el presidente obre por su cuenta y riesgo en temas como sus relaciones con Marruecos, el Sáhara, empresarios del IBEX, banqueros, ahora con Ucrania, o aporte armas en conflictos bélicos.
Seguiremos...
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