Imagen: www.elmundo.es
Sabemos que los del dinero hacen en el mundo lo que quieren, pero lo que es peor, que marcan el paso al resto de la humanidad. Ni las leyes han de ser las suyas, ni se puede desforestar al ritmo que imponen sus negocios, ni pueden seguir contaminando con total descontrol. No pueden seguir echando gente de sus viviendas, no pueden seguir poniendo el pie en el cuello a la gente más humilde y con menor poder adquisitivo. No pueden seguir jugando al juego de beneficios contra inflación, subir y subir los precios con total impunidad e inacción de los gobiernos del mundo, privando a la gente de muchos productos básicos y necesarios, para llenarse los bolsillos y endeudar a las familias y a los países. No pueden seguir inventándose teorías o hipótesis para cambiar el rumbo del consumo, ahora paneles solares, ahora coches eléctricos, todo como si fabricar unos y otros estuviera libre de contaminación. Ven que hay miles de millones de hogares y de usuarios de vehículos, ven el nicho de ventas tan impresionante, eso es lo que ven, no crean que miran mucho más allá. No pueden seguir inventando pandemias para condicionarnos y hacernos obedecer ciegamente y por miedo, o vacunarnos masivamente... ¡ea!, otro negociazo instantáneo. No digamos de crear inestabilidad por diferentes zonas del globo, vender armas a tutiplén, colaborar en la destrucción de países y posteriormente prestar dinero, endeudar a esos países implicados en los conflictos que han generado, comprar voluntades para futuras votaciones internacionales, además del negocio de volver a reconstruir lo destruido.
Y no hemos mencionado, el saqueo continuo de recursos de aquellas zonas donde interesa crear conflicto para llegar como el ángel salvador, y llevarse camiones y camiones de aquello que se desea saquear. Aprovechan para sustituir mandatarios legítimos, votados por sus pueblos, pero que a los "invasores" no les van bien, así que de camino, los cambian a placer por otros que se arrodillen, les chupen las suelas de sus zapatos y les digan constantemente: "Sí, boana".
No queremos a ninguno de esos que se dedicaron a hacer fortunas extraordinarias con acciones criminales, indecentes, e ilegales. Son una partida de gánsteres, de mafiosos y de corruptos, que funcionan de un modo muy contrario a lo que conviene y requiere la humanidad para el bien colectivo. La gente decente no puede seguir viviendo oprimida por estos lobbies del dinero. Los gobiernos del mundo deben reaccionar por decencia y conciencia contra esos indeseables, se les debe limitar su campo de acción, se les debe asediar como delincuentes que son, gente desalmada y cruel, para "ahogarles" mercantilmente hablando, y aislarles del resto de pobladores del Planeta, por el bien de todos nosotros. No votamos políticos para que se alineen con esa gentuza, estamos esperando las respuestas de los que "mandan", al menos aparentemente, para que pongan contra la pared a ese clan de embaucadores criminales.
Quizás yo esté soñando, pero os confieso que es un sueño reiterativo, tal vez, el fondo de todo lo que vivimos que más me inquieta, y del que estoy convencido, necesita se proceda con urgencia, han ido demasiado lejos, nos han robado demasiado y nos ponen en peligro, incluso de muerte, todos los días. Ellos, desde sus excelsas mansiones, refugiados en sus inexpugnables habitas, mueven ficha como si estuvieran jugando una partida de ajedrez... ¡Debemos adelantarnos a la próxima jugada!, esto sí se merece un ¡A por ellos!
Seguiremos...
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