Imagen: www.elmundo.es
Ayer escuché por primera vez algo que me inquietó, me refiero al futuro probable del entorno político y la posible deriva que pudiera tomar el país en los próximos años. Exponían que el Gobierno no se daba cuenta que con la invasión inmigrante, a la que surtía posteriormente de papeles, creía que se aseguraba votantes, pero que en realidad podría suceder algo muy distinto, que los musulmanes con papeles de nacionalidad crearan su propio partido, entraran en el juego político, y fuesen tantos que pudieran llegar a gobernar España. Vamos, que ni las armas les harían falta para apoderarse del país y ordenar leyes que les favorezcan a ellos, a sus religiones y costumbres, y de alguna manera nos obliguen a obedecerles... ¡Vaya peligro tenemos a las puertas!
Esto no es ciencia ficción, y cuando lo tengamos perdido, a quién vamos a reclamar, si seríamos minoría y ellos tendrán todas las herramientas para hacer y deshacer mediante sus leyes. No se puede continuar en el buenismo, hay que regular la inmigración conforme a las leyes españolas, hay que exigir que se cumplan, no se puede mantener la puerta abierta para que lleguen como les plazcan, sin atender ninguna obligación, sin venir por una demanda de personas que hagan falta para trabajar en tal o cual sector, sin papeles, y sin responsabilidad más que la de ser alojados, alimentados, mantenidos en todos los sentidos, etc. ¡No somos la guardería de África, y más concretamente de Marruecos! A la gente hay que demandarla desde España por necesidad real de trabajo, y tiene que llegar tras solicitar la venida, con sus documentos correspondientes, con sus certificados policiales de buena conducta, con sus curriculums, formación y experiencia. La morralla que se la queden aquellos países que solo sirvieron para fabricarla, que fueron incapaces de dar educación y formación a sus ciudadanos.
Imagínense dentro de unos años un Gobierno musulmán imponiendo sus leyes, obligando a los rezos, a taparse las mujeres, que no valore a las mujeres, una vuelta al machismo más rancio y despiadado. Eso significaría un retroceso en nuestro país de varias decenas de años. Esto sería peor que la vuelta a la dictadura, aunque los socialistas de este gobierno actual casi la han implantado con leyes absurdas e inservibles, pero gastando una millonada para sacar todas ellas, para nada. Entonces sí que podríamos decir que África se ha extendido por España, sin guerras, sin armas, sutilmente, con la ayuda inestimable del gobierno socialista y todos los palmeros del buenismo más insensato, jodiendo a la población española mientras se beneficia a una buena porción de población extranjera, que sin ton ni son, son acogidos de primera, tal como no se hace con los nacionales necesitados. Seguro que no todos los mayores tienen asegurada una plaza en un centro público para ellos, pero no faltan habitaciones de hoteles de tres, cuatro y cinco estrellas para acoger a inmigrantes. Y como no hay trabajo para todos, ni vinieron para eso, ellos siguen con su ritmo, vivir la vida a costa de los españoles, mediante todo lo que ya le ofrece el Gobierno más lo que se encargan de sustraer a los ciudadanos españoles por la fuerza. ¡No, hombre, no! esto se tiene que regular con sentido común. Los que se necesiten y estén dispuesto a trabajar y respetar nuestras costumbres, sean capaces de adaptarse a nuestras leyes y costumbres, para dentro, el resto de vuelta a sus países, o bien a los chalets y viviendas de todos los políticos que están autorizando esta invasión.
Seguiremos...
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