Como cada año, coincidiendo con la estación seca del año, hay más incendios, y yo, cómo no, vuelvo a culpar a los políticos por no legislar para quitarles las ganas a los pirómanos de que le prendan fuego a lo que es de todos, a lo que es el pulmón de la humanidad, a lo que es el entorno más natural y más bello que rodea a muchas ciudades enclavadas en tan hermosos entornos.
Las leyes de los políticos no hay quien las entienda, o sí. Ellos se saben muy bien lo que se hacen, son tan sinvergüenzas y están rodeados de tantos sinvergüenzas como ellos, y otros que se callan con tal de trincar (cómplices), que hacen bien poco por remediar tal desastre incendiario. A veces, les ha venido bien quemar una área conservada, protegida, no clasificada para construir, porque ya se traían entre manos un proyecto de recalificación, construcción y enriquecimiento. Esto lo hemos sabido, muchos gobiernos han actuado tan ilícitamente y todos han callado, y entre todos lo han ocultado, ¿Cómo van a legislar contundentemente contra los responsables de ocasionar un incendio, si muchas veces han sido ellos mismos los autores, o los que encargaron que se quemaran cientos de hectáreas?
Cuando estas artimañas políticas te cogen lejos es fácil legislar para que a quien actúe así le caiga todo el peso de la ley. Por ejemplo, con sentido común: a todo el que provoque un incendio premeditadamente, se le ha de ajustar el valor del daño ocasionado, que como sabemos es incalculable, pero si tuviéramos que valorarlo de alguna forma para fijar la pena, habría que conocer esa cantidad que debiera cobrarse a quien ocasiona un fuego que arrase el monte. Habría que tener calculado el importe de la pérdida de toda la vegetación y fauna del lugar, el valor de repoblarlo, los años que se necesitan para que llegue a estar crecida la vegetación y árboles tal como estaba cuando la quemaron, pues todos esos años debe estar encerrado el autor de un incendio intencionado, y todo ese importe de trabajos de limpieza, repoblación, etc. debe abonar, más la sanción que corresponda, antes de poder recobrar la libertad. Y como he dicho muchas veces, los delincuentes no nos pueden costar el dinero al resto de ciudadanos decentes, las cárceles se han de convertir urgentemente en factorías que produzcan artículos que se necesiten en la sociedad, y todos los presos han de trabajar ocho horas como el resto de los mortales en activo para generar un salario que pague su manutención en la cárcel, así hasta que haya liquidado su deuda con la sociedad o con terceros a lo que hicieron daño. ¿Por qué ningún político aplica sentido común a toda la historia de delincuencia del país? Tal vez, porque con mucha probabilidad se van a ver tarde o temprano envueltos en procesos delictivos, y les va a tocar a ellos asumir penas contundentes de cárcel y devoluciones íntegras de todo lo que roban o defraudan.
Y tiempo han tenido, que episodios como los incendios de este año, se vienen repitiendo cada año. Yo lo escucho desde que era un niño, y nada. ¿Se ha perdido el sentido común, la lógica y la justicia en este país?
Seguiremos...
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