Un nuevo orden
es necesario ya, ¿para cuándo lo vamos a dejar, para cuando se nos venga todo
encima? En el tema educativo hay que adaptar el aprendizaje para que se haga de
un modo práctico y no memorístico. Hay que preparar para los puestos de trabajos
que se vayan a crear, y que la formación sea eminentemente real y práctica, con
gran parte de su tiempo realizando la labor profesional que se estudia, aunque
sea una carrera universitaria. El abogado en un bufete, el químico en un
laboratorio o el ingeniero en una industria. No es adecuado llenar la cabeza de
datos que se pueden consultar en los libros, y no tener ni idea de qué se mueve
en la calle, en el día a día de la profesión.
En el tema
medio ambiental, ya tenemos tecnología suficiente para que se hubieran
prohibido la venta de los vehículos contaminantes. Hace falta ejercer un
control férreo sobre la industria, sus vertidos, el reciclaje y la exigencia de
sistemas de filtraje eficaces. Hay que dejar de contaminar el aire que
respiramos, la tierra que pisamos, los productos que comemos y las aguas que
bebemos o usamos para bañarnos, limpiar, etc.
En el tema
sanitario, es imprescindible que se apoye la investigación, que se deje de
recortar en este campo tan prioritario, y hay que llegar a todas las capas
sociales. Todos debemos tener derecho a la sanidad, a la atención médica y a
las medicinas. Los precios de los medicamentos han de ser más asequibles y,
sobretodo, hay que exigir a las grandes empresas farmacéuticas que hagan llegar
sus productos a todo el mundo, que curen, y no solo conviertan a las personas
en enfermos crónicos para procurarse un beneficio de por vida.
En el tema
político hay mucho que rascar. Ya lo estamos viendo, el escenario político es
la gran mentira universal de todos los tiempos. Digo de todos los tiempos porque
siempre han existido los acuerdos turbios, la corrupción en mayor o menor
grado, los privilegios frente al resto de la población, el engaño y el
latrocinio. Nuestros gestores se han convertido en sinvergüenzas que pasan por
la política para hacer negocios privados y enriquecerse, esa es la tónica
general salvo contadas excepciones.
En el tema
laboral, ya estamos viviendo el gran descalabro de la temporalidad, los
despidos libres, los cierres masivos de empresas y la precariedad en los nuevos
puestos de trabajos que se crean. Hemos llegado al punto en el que aún
trabajando se es pobre, apenas te da para pagar y comer. El paro es
insoportable si no fuera por los familiares y pensionistas, que están paliando
la catástrofe económica y laboral que viven las familias. Los parados de larga
duración no tienen nada que hacer, nadie les contrata, se les pasó el arroz en
todos los sentidos, y en la unidad familiar los hijos parados mayores de 25
años no son carga familiar porque lo dice el “ingobierno”, ni comen, ni visten,
ni calzan. Así que a esas personas le niegan cualquier tipo de ayuda.
En el tema de
las pensiones, ya venimos escuchando que la caja de las pensiones cada mes se
vacía un poco más, debido a los hachazos del “ingobierno” para poder pagar a
todos los pensionistas. Ellos dicen estar creando puestos de trabajo, pero cotizan
menos personas y como los salarios son tan bajos, entra mucho menos dinero que
hace unos años. Algunas voces se levantan para decir que deberíamos ahorrar
para la jubilación, ¿cómo lo hacemos con los sueldos ridículos que tenemos?
Podrán ahorrar los de siempre, las grandes fortunas.
En el tema
fiscal, habrá que hacer algo para terminar con todos esos atajos que se les
permiten a las grandes fortunas y grandes corporaciones. Las SICAVs, los paraísos
fiscales y toda la ingeniería fiscal que realizan para poner a salvo sus
grandes cantidades de dinero. Hay que castigar duramente a todos los que
generan riqueza y se niegan a pagar, como mínimo al mismo nivel, pero en
proporción a sus riquezas, que el resto de los ciudadanos. ¿Por qué han de
tener privilegios frente al resto de la población?, ¿por qué no se les persigue
seriamente, y se les hace pagar como al resto de los mortales?
En el tema
energético, tenemos la climatología más propicia para que nos renten las
alternativas más ecológicas, aprovechando las fuentes naturales: el viento, el
sol, las mareas o la combustión de biomasa procedente de todo el material
vegetal resultante de las podas. Todas las ciudades tendrían que abastecerse,
principalmente, de estas energías para la generación de electricidad. Pero hay
que tener la voluntad de imponerlo mediante leyes. Hay que dejar de respaldar a
otras fuentes de generación más cara y contaminantes, solo por ser la fuente de
riqueza de un oligopolio reservado a los amigos de los gobernantes.
Hay mucho más,
casi cada tema con los que nos relacionamos diariamente, pero no terminaríamos
nunca. Todo se puede y se debe mejorar, hay que mirar de una vez por todas por
los intereses de los ciudadanos, y no por los particulares o personales de
algunos allegados a los que “ingobiernan”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario