Explico a qué me vengo a referir con el título que he elegido para este escrito, pero no crean que me lo he pensado mucho. Como saben me gustan las motos, yo diría que todas las motos, aunque a las que no les presto ninguna cuenta es a las deportivas, no me veo de ningún modo subido a una de esas, son motos para personas jóvenes que puedan estar tiempo cargando el peso en las muñecas, que vayan encogidos y con la espalda arqueada, no es moto para personas de una cierta edad. Por eso no le presto ninguna atención, jamás voy a tener una moto deportiva. Sin embargo, casi todo el resto de motos tiene un hueco en mi cabeza y en mi corazón, todas, o casi todas, me gustan por una u otra razón, podría disfrutar de casi todas ellas, tienen su momento, su forma de rodar, me veo montados en ellas.
Confieso que no dejo de ver videos de motos, presentaciones, imágenes de todos los salones de motos que se celebran alrededor del mundo, y que YouTube tiene a bien difundir, o algunos de los canales que se sirven de este medio. Estoy más situado en las motos Trail por lo versátil que son, y porque la experiencia de cuatro años haciendo escapadas moteras por todas las carreteras que hay en un radio de 150 kilómetros desde Sevilla, me ha hecho entender que hay que ir prevenido para las irregularidades del firme, para la cantidad de carreteras que te encuentras en mal estado, agrietadas, bacheadas, casi intransitables, como nos ha ocurrido a veces, que debieran estar cortadas al tráfico, que también las ha habido, y ahí se hacen imprescindibles las mencionadas motos de Trail. Las motos chinas que están llegando incorporan cada día más piezas de marcas reconocidas, dicen ser marcas potentes en China, pero desconocemos cómo van a envejecer, cómo van a desgastarse con los kilómetros, qué gasto vamos a tener con sus mantenimientos y reparaciones, pero los precios son bastante asequibles, y me caliento, voy a verlas a los concesionarios, son bonitas, parecen bien diseñadas y, como dije, muchos periféricos son de primeras marcas, te entra la duda y hasta te animas a pedir condiciones para comprar. Te lo piensas unos días para parecer prudente y no comprar enseguida, y es cuando me digo: "Tengo mi Kymco Xciting 400 S que va de lujo, que anda cuanto necesito, que produce placeres dos veces por semana (que se corresponde con la frecuencia con la que hago las escapadas a alguna carretera de sierra, estrecha y de curvas". La tengo pagada, y comienza la pereza de comenzar a pagar de nuevo otro crédito, otra financiación, y eso que ahora te dan buenas condiciones con bajo interés, pequeña entrada, bajas mensualidades y al final de la operación una letra más abultada, que casi todas las marcas te prometen recoger la moto y que puedas cambiarla por el modelo nuevo... ¡Es fantástico!, pero tomo conciencia de lo que tengo y de lo que pretendo, y me siento servido, el resto es producto de la publicidad, del marketing, de lo novedad, etc., así que me enfrío.
Imagen: vogespain.es
Además, he llegado a un punto de compenetración con mi moto, que me permite una conducción más fiable, más divertida, casi hemos llegado a ser uno, la moto y yo. Lo cuál es una gozada, la manejo casi como quiero, no por ello, no voy a confesar que el exceso de confianza no me dé ciertos sustillos, cada vez son menos, pero haberlos los hay. Bueno, un poco de adrenalina no es malo para sentirse vivo y, por supuesto, trato de no exponer demasiado, que el cuerpo ya es mayor y un porrazo dolería mucho. En la moto sí que hay que llevar cuatro ojos para evitar las sorpresas desagradables, gente que se cuela en una rotonda por la que vas circulando y no te ha visto. Gente que se pasa un cruce por las mismas circunstancias. Los que hacen maniobras sin indicarlas con los intermitentes. Los que frenan sin que haya motivos aparentes. Los ciervos que esperan en el arcén de la carretera, y no sabes cuándo van a correr para terminar de atravesarla, o los que se cruzan como si todo fuese campo. Hay momentos en los que no sabes qué va a suceder y has de ir con un grado de atención adecuado para reaccionar de inmediato. Eso es la moto, pero es que me gusta demasiado, y espero me dure muchos años, que es lo mismo que decir que pueda seguir montando en moto muchos años. ¡Sean felices!
Seguiremos...
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