Os comento cómo se ha resuelto el dilema de la compra de moto. Como sabéis por el anterior escrito me embargaba una duda inmensa, creía haber actuado visceralmente, impulsivamente, no había reparado en ese modelo y en esa marca, y el descontento me inundaba, tanto que mi deseo era ir al día siguiente a la tienda de moto y procurar deshacer la operación de compra. Lo hice, pero las cosas han cambiado, llegué a ir a hablar con el dueño de la tienda o concesionario, pero lo dejé para el final, primero pasé por el concesionario de CF Motos a ver la moto en sí, el modelo que había pedido, en el color elegido, y estando allí frente a ese aparato, las cosas comenzaron a cambiar. Es hermosa, me gusta su diseño, son casi todas iguales de todas las marcas y especialidad (Trail). Son máquinas muy parecidas, dejando al lado alguna que otra curva, algún que otro detalle, pero realmente las diferencias son mínimas, y la moto me parece chula..., me voy convenciendo, y mi mujer me ayudó enormemente diciendo: "No te preocupes, si cuando la tengas no te agrada, se vende y en paz". No es que yo desee estar cambiando de moto cada año, pero sus palabras fueron un bálsamo de aplomo en este mar revuelto en el que yo me hallaba convertido.
Podría decir que con la compra de la moto, se había iniciado de algún modo una crisis interna, seguramente propiciada por el trabajo que voy haciendo con los ejercicios de Tai-Chi y Chi-kung, de un Dojo al que estoy asistiendo, que empieza a removerme, algo que es necesario, y así lo comprendo en este camino de evolución y crecimiento. Mi plano emocional estaba inestable, movido o revuelto, y con todo este asunto de la indecisión o inseguridad frente a la compra de la moto, estaba idiotamente inestable, y me ha sido muy necesario el apoyo de mi mujer, que ha dedicado amablemente y generosamente mucho de su tiempo en estos dos últimos días a este asunto, dándome la estabilidad que ya estaba un tanto quebrada. Ha estado ahí cuando la he necesitado, ¡Gracias Aurori por tu generosidad, por tu bondad y por tu amor!
Terminando, solo decir que las aguas parecen haber vuelto a su cauce, y ahora se plantea la segunda parte, que es tener las dos motos, dejando la nueva solo para las escapadas de más kilómetros, y la scooter para todos los recados más cercanos. La duda viene porque le he hecho a mi Kymco x-citing 400 45.000 kms., llegando a una compenetración casi total con ella, ¡disfruto tanto montado en ella...!, conozco sus reacciones, sus límites, así que no me gustaría desprenderme de ella. Sin embargo, las dudas vienen por el espacio disponible y, sobre todo, por el problema que tendría para entrar y salir con una u otra de la parcela, pues aunque mi propiedad consiste en una parcela de 800 metros cuadrados, la vivienda está situada muy al frente de la misma, dejando el espacio casi justo para una cochera en la que está el coche de mi mujer y mi scooter, o sea, pueden estar un coche y una moto, dónde meto la otra, ese es el dilema ahora. Tendría que hacer cambios constructivos, y el asunto se enreda, los gastos se disparan, y tampoco están las cosas para ello. Queda este asunto en el aire, a ver cómo resuelvo este nuevo intríngulis.
Seguiremos...
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