Me hago la pregunta de si espera a la justicia, porque como ya nos tienen acostumbrados, los procesos se hacen interminables, los medios de desinformación y manipulación masivos se llevan años difundiendo información acerca de los delitos cometidos por ciertos personajes funestos de la política española, pero la verdad es que nunca parecen concluir tales procesos judiciales y, mucho menos, llegan las sentencias, la cárcel, las sanciones, y que devuelvan lo robado, esto último, nunca.
La pandemia del COVID en España fue en 2020, pues ya llevan cinco años los mangantes de las mascarillas, o sea, medio gobierno, dando vueltas por las calles, libres, en sus funciones, cobrando del erario público, con las manos manchadas de billetes que no son suyos sino de todos, millonarios a base de pelotazos, el de las mascarillas fue uno de ellos, sin que paguen por lo que hicieron. Ahí está Koldo, el portero de club nocturnos ascendido a asesor de un Ministro, ya vemos el nivel de la política española. El mismo Ministro Ábalos, aficionado a los coños ajenos, a dar trabajo en la Administración Pública a sus señoritas de compañía, que ni tenían que aparecer por sus puestos de trabajo para llevarse el salario a su puta casa, nunca mejor dicho dada la profesión que ejercían. Ahí están todos los que se han dedicado a expoliar las arcas públicas mediante pelotazos: Aldama, el presidente de Canarias, la organización criminal del partido socialista, casi al completo, con Sánchez y su señora a la cabeza de todas las acciones de las que dicen no se enteraban de nada, pero por las que no dejaban de hacer vuelos a República Dominicana, y de los que no les sale de sus zonas bajas dar explicaciones. ¿Dónde están los dineros, a dónde se los han llevado, a Dominicana?
La UCO no deja de investigar, de encontrar cosas, entre las mascarillas y la trama de los hidrocarburos, quizás usted y yo, seamos los únicos tontos en toda España que no hayamos recibido un sobre de billetes, como decían en clave: "Me hace falta una caja de verduras o, me hacen falta lechugas (billetes de 100€), soles (billetes de 200€), o chistorras, si lo que querían eran billetes de 500€". Esto suena al caso de Pujol, la esposa y sus hijos, los misales, y vengan billetes para acá y para allá, el 3% de todas las obras efectuadas en Cataluña, trinque y más trinque, y nunca ha sucedido nada, la justicia se acojonó en cuanto Pujol dijo que como se tocaran las ramas del árbol, el árbol se vendría abajo por completo. Amenazó y le salió bien, habían demasiados trincando desde la sombra, sin haber salido a la palestra. El caso es que una vez por un tema, y otras veces por otros asuntos de acusaciones cruzadas que prefieren mantener ocultos, paralizan a la justicia, ésta deja de hacer su cometido como debiera, y España se convierte en el paraíso del caco, del sinvergüenza, del que deja de cumplir con sus funciones, del que roba desde dentro de una Institución, y ocupa un cargo de cierto peso, esos no caen tras testificar, como siempre hacen, que ellos nunca supieron de nada de lo que ocurría delante de sus narices, nunca habían oído ni visto nada, y los jueces con doscientas mil pruebas aportadas por la UCO, no ven caso, lo desestiman y se ponen del lado del corrupto, del mangante, porque es fulanito, se apellida de tal manera y tiene tal carguito.
Y volviendo a la pregunta de si se espera a la justicia, la historia reciente de España nos indica que no, que ni está ni se les espera. De cuando en cuando cogen a un cabeza de turco, que es el único que paga aparentemente, para que esto no sea un escandalo mayor del que ya es en estos momentos, pero que nadie se preocupe, que serán pocos meses encerrados, para pulgar los pecados y purificar el alma del pecador, y lo hará para salvar al grupo, a la banda criminal que tiene al lado, y que espera ansiosamente que bajen los humos en las calles, que la gente empiece a olvidar y con la maniobra oportuna de indultar, etc., salga a la calle y su patrimonio robado quede intacto, nadie le obligará a que pague, a que devuelva lo robado, no sufrirá ningún tipo de expropiación de lo que ha conseguido con métodos ilícitos. Los ladrones políticos se protegen entre sí y con sus leyes, pero cuando todo pueda fallar, tienen el indulto, salvar a los nuestros, evitar que hable, que tire de la manta, esa manta de la que ninguno tira porque como sabemos, los políticos son unos bocazas, dicen y prometen mucho, pero hacen bien poco, al menos para el pueblo, pero eso sí, roban cuanto pueden.
Seguiremos...
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