Ayer hice la tontería del siglo, a menos para mí, seguí con la efervescencia de comprar moto, fui con mi mujer a ver la Voge 625 DSX, con la certeza de que era la moto que entendía más se adaptaba al uso que le iba a dar, y me decidí a llevar el casco y los guantes en el maletero del coche, pues esta vez tenía claro que debía probar la moto antes de cerrar el trato.
La moto es preciosa, la pusieron en la puerta del concesionario y realicé una breve prueba, me pareció un motor bronco, que emitía un cierto rumor cuando giraba, que no era lo suficientemente suave para mis exigencias, y eso a mí no me gustaba. Cuando retorné al concesionario y me preguntaron, lo hice saber, y la persona que me atendía, que me dijo que era el dueño me incita a probar una CF Moto 700 MT, y ahí es donde comenzaron mis dolores de cabeza, por decirlo de algún modo. Era una moto en la que nunca me había fijado, de la que no sabía nada, no había entrado en mi comparativa de Trail de cilindrada media, era una auténtica extraña para mí, pero ante la insistencia, accedí. Debía ir a otro concesionario que había cerca de donde estaba, parecía extraño que alguien que estaba al frente del concesionario Voge me recomendara probar otra moto de otra marca, pero al fin expresó que era el propietario de ambos concesionarios, y que aquella otra moto me parecería más suave.
Llegamos al otro lugar, entramos, vi la moto y me pareció que era demasiado "gorda" para mis pretensiones, hice un par de consultas en el móvil sobre la marcha y daba un peso elevado para lo que me convendría, comparado con los demás modelos y marcas que yo había barajado. Me senté en la moto y desistí de hacer la prueba en aquel instante, así que me bajé de la moto y se lo hice saber a la persona que me atendía. Ella insistió que ya que había ido, por qué no la probaba, y tuve la torpeza de dejarme convencer, me puse el casco, me enfundé los guantes, arranqué la moto y salí a la calle. Es cierto que rugía de una forma diferente, andaba también de un modo diferente, de momento no entendía nada en el cuadro ni tenía la tranquilidad suficiente para estar probándola y mirando lo que indicaba el cuadro, pues la atención a la conducción tenía que ser casi absoluta, al no conocer las reacciones de la moto, ni estar acostumbrado a su peso, dimensiones y posición de conducción diferentes.
Terminé la prueba, no sin perderme por dentro de aquel polígono, pues todas las calles me parecían iguales, di varias vueltas con un cierto grado de preocupación, pues yo me desoriento con facilidad, o mejor dicho no me oriento nada bien. Dejé la moto en el concesionario y retorné al de Voge, que era donde estaba la persona que me había ofrecido la prueba. Le dije mis impresiones, volví a decirle que aquella moto andaba mejor que la Voge, pero que no sabía nada de ella, y me hizo toda una exposición de motivos de grandeza de la marca china de CF Motos. A partir de ahí, aunque con mi insistencia del volumen de la moto, del gran peso con respecto a sus rivales, etc., ellos se cuidaban bien de ir rebatiendo, y yo me iba convenciendo hasta llegar a cerrar el trato, pero lo peor vino después. Incluso cerrando el trato no estaba nada contento y aquella persona que me atendía, llegó a decirme que estaba negativo, pero era el pesar y que no sentía lo que me estaba dejando hacer, que es por lo que todavía no me explico, cómo pude llegar a cerrar la operación para adquirir esa moto.
Toda la tarde fue un martirio de insatisfacción, de darle vueltas a la cabeza, de tener la sensación de que había cometido una locura, que no quería tener esa moto, volví a ver bien claro que conduciendo mi humilde scooter, con quién soy uno por la experiencia en kilómetros, por el conocimiento de él que tengo, etc., es mi moto, no necesito otra, no quiero ni deseo complicarme la vida, pero ya era tarde. Y ese mismo pesar ha ido en aumento, pues al no tener ni idea de la moto que había comprado, en cuanto llegué a casa comencé a ver videos de pruebas de esa marca y de ese modelo, y destacaban negativamente el peso excesivo, aspecto que ya le había indicado al vendedor, pero aún quedaba otro aspecto para no querer ser propietario de esa moto, que los consumos son altos, por lo menos a mí me lo parece, cuando sus rivales apenas se aproximan a los cinco litros a los cien kilómetros, ésta consume entre seis y siete litros, lo que me parece una cifra exagerada, que me va a encarecer mucho la movilidad con respecto al momento actual, mi scooter.
Me acosté y seguía rumiando, no podía descansar, aquello se había convertido en un drama, me levanté consulté en Google si se puede deshacer una operación cerrada en tienda físicamente, y dice que solo se puede hacer dependiendo de la voluntad de la empresa que vende, y eso me lo cuestionaba antes de que hubieran pasado doce horas de la compra, así que pueden imaginar el grado de convencimiento que experimento de haberme dejado convencer para adquirir esa moto, sigo sin comprenderlo más que por las dotes de venta de la persona que tenía enfrente. Me levanté, traté de enviar un email a la empresa, pero en los documentos que me facilitaron como justificante de la operación no venía ninguna dirección. Traté de localizarlo en su web, pero las web de sus tiendas estaban en reconstrucción y no operativas. Solo me quedó el contacto por whatsapp de un vendedor que en anteriores ocasiones me había atendido, y le expresé mi disgusto por lo que había hecho, por la moto que había adquirido, que estaba completamente arrepentido, y que por favor se lo hiciera saber a su jefe para tratar de desistir de la operación, y que si ello implica algún gasto, yo estaría dispuesto a asumirlo.
Le puse el whatsapp tarde, y esta mañana no he tenido ninguna respuesta, así que esta mañana iré a la tienda en cuanto vayan a abrir, quisiera poder hacer comprender al dueño cuanto he expresado, mi error, mi descontento, y lo absurdo que es que vaya a tener una moto que ya no deseo tener, y tan solo han pasado unas horas ni siquiera veinticuatro desde que la he adquirido. Espero que el señor entre en razones, tenga buena predisposición, lo comprenda, y se pueda deshacer la operación, por que, la verdad, es que en lugar de sentir alegría por haber comprado una moto nueva, siento tristeza, y solo me culpo a mí, el otro señor solo ha hecho magníficamente su trabajo, vender.
Seguiremos...
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