El paro jamás se terminará, el
pleno empleo nunca dejarán que sea posible, pues desde ese instante el
empresario se queda sin fuerza para someter las condiciones de trabajo a su
voluntad. ¿Esto se entiende verdad?, si se mantiene un buen número de parados,
se peleará por la obtención de las vacantes que ofrezcan, accediendo a ellas en
las condiciones impuestas por el empresario, que siempre serán las mínimas que
a él les parezcan. Sin embargo, si hubiera trabajo para todos, sería el
trabajador el que podría exigir que se pactarán las condiciones en otros
términos, pues amenazaría con cambiar de trabajo, o bien el empresario
comprendería que le resultaría difícil conseguir otro trabajador pues no habría
parados de donde tirar.
Dicho de otra manera, los parados
representan una bolsa de empleo para cuando quiera el empresario captar
personal a bajo coste. Por este motivo, jamás se pondrá fin a esto, nunca se
solucionará el paro, no interesa, es un recurso para el empresario y las altas
clases sociales, de un modo u otro son empresarios, y precisamente esta clase
social alta o de elite se vincula con el capital, con la fuerza de la moneda,
que todo lo somete o al menos lo trata. Así que siempre se juega a equilibrar
el número de parado con el de puestos de trabajo, convirtiendo al paro en un
elemento estructural de esta sociedad, que permita la ventaja expuesta a favor
de la fuerza del dinero.
Los movimientos de la política
siempre van a ser una apariencia de queremos pero no lo hacemos, por lo que no
buscan proyectar un plan de desarrollo e industrialización, sino todo lo
contrario. Cuando entramos en Europa tuvimos que desmantelar parte de nuestros
recursos agrícolas, pesqueros e industriales, porque se tenía que procurar ese
nivel de pobreza y desempleo para poder tirar de mano de obra barata, como ha
sucedido con la crisis actual en lo que se ha llamado: ser más competitivo;
cuando lo que nos han hecho es más pobres, más vulnerables.
La mentira de la crisis está
siendo brutal e inmoral, no he visto una manera de empobrecer más bestial, pero
claro que los que hemos empobrecido somos los ciudadanos de a pie, las clases
altas han sabido aprovecharse de las circunstancias y se han hecho más ricos,
los políticos ni se enteran de la crisis con sus grandes sueldos. Ellos han
colaborado a que haya crisis, pero quienes la pagamos somos nosotros, esto es
un escándalo, un atentado contra la población del que van a salir indemne como
salen de casi todas las atrocidades, que le hacen al bienestar público y a los
ciudadanos. La ley les amparan, ya tienen los recursos legales que lo hacen,
para eso están hechos a medida.
No necesitamos a dirigentes que
ignoran a los ciudadanos, que solo piensan en contentar a la gente que
representa al capital y en ganar las próximas elecciones. No necesitamos gente
que incumplen sus promesas electorales, no necesitamos a gente que no dan
ejemplo de nada, que no tienen ética ni moral, que solo saben discutir en el
circo del tú más. No necesitamos a gente que solo sabe mentir a la población
con tal de seguir conservando el asiento en el congreso de los diputados.
El pueblo necesita gente que no
esté contaminada por la corrupción y el privilegio, gente apartada de las
amañadas reglas del juego, a las que tanto nombran los impresentables que nos
gobiernan, los de la oposición y todos aquellos echados a perder, cuyos sueños
están en los paraísos fiscales y en las tropelías que traman. El pueblo
necesita gente nueva como gestores, que no olviden que están a nuestro cargo y
no al contrario, que no se vuelvan a convertir en nuestros dictadores como les
sucede a los actuales, sino que respeten y mucho que el poder es el pueblo, los
ciudadanos, no ellos.
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