EN UN DÍA CUALQUIERA

En un día cualquiera, levántate, da vueltas, sonríe, mira el sol y abraza la vida, experimenta la locura de estar vivo. Cierra los ojos y siéntete, nace de nuevo, abre los ojos, llénate de todo cuanto ves, sonríe a quien se cruce en tu camino esta mañana, abrázale si tienes oportunidad, dile algo hermoso, amale, siente el gozo en tu interior.

Transfórmate, mejórate, cuídate, ámate y a través de ti, como prolongación que eres de todo, acaricia la vida, anda, triunfa, vívete con éxito hagas lo que hagas, porque ya has ganado, estás vivo/a, tienes la oportunidad de descubrir, de experimentar, en cada segundo, con cada respiración, con cada latido de tu corazón.

No dejes de sonreírte a ti, no dejes de hacerlo a los demás, apréciales de verdad, desea su contacto, tócales, abrázales, no te reprimas, muéstrate tal como eres, porque ya eres hermoso/a. Eres completo/a tal cual, no te compares porque no hay nada que comparar entre dos originales, nadie es copia de nadie ni debe serlo. Para qué desear otras supuestas cualidades si eres genuino/a, solo es cuestión de abrirse más, de dar lo más natural que eres, desde el fondo de ti solo puedes dar amor, seguro.

No tengas miedo de ser como eres pero no olvides que cada día es una oportunidad para ser más, mejor, para pulirnos un poco, para dar algo, para recoger un poco, para aprender, para avanzar, para crecer, para conocernos, para adentrarnos en nosotros, para poner en practica los valores más humanos y para decir todo lo más hermoso que sepamos decir de todos aquellos que se cruzan en nuestras vidas.

Cada día es un nuevo día de luz, donde se pone en juego la sabiduría para que adquieras un poquito, la porción que te corresponde, por eso hemos de estar atentos/as y no perder el tiempo en conflictos, porque mientras la vida pasa por nuestro lado sin que seamos consciente de ella, estábamos distraídos, nos la perdimos, hicimos un gasto innecesario de energía, para algo que no nos aporta nada, en cualquier caso, malestar.

Hay una frecuencia, una velocidad, en las cuales se vive más, donde se goza más, donde se vive conscientemente, vamos a buscarla, está ahí, adoptémosla, podemos hacerlo, tenemos la potestad y la capacidad de hacerlo en cuanto la percibamos, en cuanto veamos y comprendamos que está en nosotros, cambiemos el ritmo, sincronicémonos con esa frecuencia y con esa velocidad, por qué vamos a renunciar a ser felices, a ser personas alegres y capaces de relacionarnos con amor, si ello es lo más sublime que vamos a experimentar, el gozo de ser completo, coherente y parte del todo.

Esto de fuera es muy superficial, muy intranscendente, muy artificial, produce mucho ruido y alboroto, crea mucho malestar porque no se da en la frecuencia adecuada para que sintonice con quienes somos, pero se puede aprender a vivir ahí fuera de forma semejante a como te puedes vivir dentro, siendo tú, mostrándote como eres, superando el que dirán y hacia donde han elegido marchar muchas personas, reconociendo la locura en la composición que hemos fabricado entre todos, pero siempre sabiendo dónde estamos, qué estamos haciendo y quienes somos.