Amanece un nuevo día, lo que
significa que todos tenemos una nueva oportunidad de ser mejores, de hacer las
paces con alguien con quien algún día discutimos o nos enfadamos, con aquellos
que nos dejamos de hablar por algún asunto. Hoy tenemos la ocasión de dar ese
primer paso que muchos se avergüenzan de dar y pedir disculpas sinceras.
La enemistad se vive contrariado,
hace daño en el interior de las personas, nadie se beneficia de ello, no hay
nada positivo al vivirse enfadados, se deriva de ello el odio, el rencor y los
actos violentos, como dije antes estas situaciones no aportan nada beneficioso
a ninguna de las partes, pero hace infelices a muchos que sufren en silencio
esa lejanía, la distancia con esas personas y el desamor que se mantiene
absurdamente.
Las personas cometemos errores y
debemos aprender de ello, qué mejor forma de demostrar que se ha sacado un
aprendizaje, que saber perdonar, reanudar la amistad, abrirse, mostrar amor por
la otra persona, arrepentimiento por lo que se hizo. Todos los implicados
debemos poner de nuestra parte, pues hemos coincidido en el tiempo y en el
espacio por algo, nos necesitamos de alguna manera, tenemos que hacer algo
juntos, debemos aprender algo los unos de los otros.
Somos programaciones diferentes,
pero hemos de encontrar un punto en común de entendimiento, y comprender que no
estamos aquí para hacerle la vida más difícil a nadie, por lo que tendremos que
estar muy atentos a nuestros actos. En cualquier caso estamos aquí para tratar
de ayudarnos y poder abordar empresas mayores, a las que abordaríamos nosotros
solos. La colaboración y el saber compartir es absolutamente necesario y
humano, para salir adelante como humanidad, para crecer como individuos y para
hacer los grandes descubrimientos y alcanzar los grandes logros de que somos
capaces los hombres y mujeres.
Amanece y todo sucede sin que
medien las palabras, en silencio se procede
y no por ello el sol no sale o el viento no sopla, o no aparecen las
nubes, o bien no llega la noche. Es plena generosidad que nos entreguen un
nuevo día, que amanezca de nuevo, y para qué nos vamos a preparar, ¿vamos a
servirnos de este día para engañar a alguien, para fastidiarle el día a
alguien, si podemos hacer todo lo contrario?, podemos vivir este día para que
aún sea más hermoso de lo que es por si mismo. Vamos a ser cuidadosos de
nuestros actos, vamos a reparar en las posibles consecuencias de nuestros actos
para no perjudicar a nadie, vamos a aprovechar esta oportunidad para mostrar y
reforzar nuestros valores: bondad, generosidad, respeto, colaboración,
educación, tolerancia y amor. Vamos a ponerlos en practica, no nos avergoncemos
de ello y si de obrar con maldad.
Somos los únicos responsables de
construir sociedades hermosas, una vida mágica y maravillosa, somos nosotros
los que tenemos la potestad de vivirnos con amor y confianza, donde nos
tratemos con esos valores nombrados antes, generando un mundo de relaciones
humanas con respeto y amor al prójimo. Esto no es una utopía, ¿usted piensa que
esto es una utopía, es acaso inalcanzable, algo tan difícil que no podamos
poner en práctica desde ahora mismo?, yo sigo pensando y por eso lo escribo,
que es algo totalmente realizable si este día me he propuesto ser un poco
mejor, si me he mirado al espejo y me digo: “tengo una nueva oportunidad de ser
mejor, voy a aprovecharla”.
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