Hoy comenzaría con la famosa
frase de Sócrates: “solo sé que no sé nada”, ¿Qué sé con respecto a todo el
conocimiento puesto de manifiesto en el mundo?, no sé más que una migaja de ese
conocimiento, y decir una migaja ya es bastante ostentoso…., no sé nada. ¿Qué
pretendo comunicar si no sé nada?, ¡que difícil se me hace hoy escribir!
Al fin y al cabo esto nos ha de
estar ocurriendo a todos, en mayor o menor medida, por esto nadie puede dar
lecciones a nadie, ni nadie se puede erigir en líder de nada ni de nadie. La
vida es un laberinto enigmático y complejo, donde se fusionan pensamientos,
conocimientos, experiencias, sentimientos, etc., y en cada momento, según más
nos convenga, somos uno u otro y al mismo tiempo desconocemos quienes somos.
Ya comprendo que esto es un galimatías,
es al mismo tiempo una sopa de letras, un crucigrama y un sudoku, así que nos
preguntamos siempre: ¿cómo podemos resolver esta situación donde se dan tantas
circunstancias al mismo tiempo? No todos nos lo cuestionamos, también esto es
cierto, hay muchas personas que no sienten esta necesidad por diversos motivos,
que cada cual sabrá y tal vez algún día tendrá que resolver, si tiene tiempo
para ello, o no.
Quiero decir que todos, posiblemente,
tengamos que pasar por lo mismo, pues si y no, verdad, la muerte será
ineludible para todos, sin embargo llegar a conocer quienes somos parece no
inquieta, no seduce o no es demanda de muchos.
Tendremos que comenzar por
preguntarnos quienes somos y tras ello esperar y observar. Observarnos en cada
momento, por ejemplo mientras escribo, ¿quién soy yo?, ¿el que lanza los dedos
a pulsar las teclas?, ¿el que produce el pensamiento o idea para escribir?,
¿soy la idea misma?, ¿soy el que observa la escritura más el pensamiento, más
el movimiento de los dedos, el sonido que produce el tecleo y como aparecen las
letras en la pantalla del ordenador?, y se me ocurre también si importa quien
sea yo, a quién puede importar, qué repercusión puede tener o si hay que
conocerse para algo.
¿Es importante tratar de hacer
algo al respecto de lo expresado, hay que hacer algo, quién dice que haya que
hacer algo?, puede ser que cada cual tenga que ser quien es y como es, ¿quién
lo sabe? Esto es como tener la sensación de que nada es cierto, al menos no del
todo, así que el que crea que tiene que pasar la vida de una manera
determinada, que continúe mientras no sienta que deba hacer otra cosa. ¿Quién
posee la verdad para defender lo contrario?
Para terminar esta incertidumbre,
y puesto que tenemos que convivir con los demás, lo que es inevitable y muy
recomendable es conseguir una interacción positiva, en la que nuestros actos,
que van a producir unas consecuencias, han de ser lo más respetuosos con los
demás. Hemos de eliminar cuanto nos sea posible y siempre habrá maneras de
conseguirlo, el daño sobre los demás. Puesto que como hemos referido, no
sabemos quienes somos y marchamos con una gran carga de incertidumbre, seamos
al menos conscientes de que vivimos rodeados de otras personas, que en la
medida que todos pongamos de nuestra parte, contemplando que ellos también
están aquí compartiendo este tiempo y este espacio, estoy seguro nos va a ir a
todos mucho mejor. Nadie es más que nadie, somos los mismos seres confundidos, respetémonos
y amémonos, por el bien común, por el bien de la humanidad.
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